RUGOVA GORGE

El desfiladero de Rugova (Gryka e Rugovës, Rugovska klisura) marca la entrada al Parque Nacional de los Alpes Albaneses. Se entra siguiendo la carretera M9 por la Pećka Bistrica. A lo largo de 25 km, el río ha esculpido un estrecho desfiladero con paredes de casi 1.000 m de altura. Estas gargantas se encuentran entre las más profundas de Europa después de las de Vikos (Grecia) y Tara (Montenegro). La parte más impresionante comienza justo después del monasterio patriarcal de Peć: durante unos diez kilómetros, la carretera serpentea por la cara del acantilado entre túneles excavados en la roca y puentes que salvan el vacío. Una majestuosa cascada de 25 m de altura emerge de la roca en la curva del camino y es visible en la ladera sur. La carretera termina 20 km más adelante en Boga/Boge, el pueblo más occidental de Kosovo.

La historia. El desfiladero no lleva el nombre del río Pećka Bistrica (o Lumbardhi i Pejës), sino el de la palabra albanesa rrgua, que significa "camino" o "calle". De hecho, el valle fue durante mucho tiempo el único punto de paso entre Kosovo y Montenegro. La región de Rugova estuvo habitada ya en la prehistoria, y luego por ermitaños serbios a partir del siglo VIII. Sin embargo, sólo estuvo habitada permanentemente a partir del siglo XII, principalmente por pastores católicos albaneses. En este sentido, es similar a los valles altos aislados de Theth y Valbona en Albania. Al igual que ellos, la región de Rugova gozó de autonomía durante el periodo otomano y sirvió de refugio a los católicos y rebeldes albaneses. Aquí estallaron varias revueltas contra los otomanos (1904, 1908), y luego contra los yugoslavos que, en 1919, destruyeron más de 400 casas en el valle. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la zona sirvió de refugio a las SS de la división Skanderbeg y a los colaboradores nazis, convirtiéndose en el principal foco del movimiento nacionalista albanés, precursor del ELK. Durante la guerra de Kosovo, el valle se utilizó como zona de repliegue para los insurgentes. Sin embargo, debido a las difíciles condiciones de vida, casi toda la población (3.300 habitantes en 1971) ha abandonado el valle en las últimas décadas: hoy sólo quedan unos 100 habitantes permanentes. Los dos polos económicos locales son la estación de esquí de Boga/Boge y la planta embotelladora de agua mineral de la marca Rugova.

Actividades. Con sus 19 picos por encima de los 2.000 m, el valle de Rugova es popular entre los excursionistas, esquiadores, escaladores y espeleólogos. En su parte norte, la región está dominada por el Guri i Kuq ("pico rojo" en albanés), también llamado Žuti kamen ("piedra amarilla" en serbocroata), que alcanza una altitud de 2.522 m. Le siguen los montes Kopranik (2.460 m) y Hajla (2.404 m). Los acantilados sobre la carretera están equipados con recorridos de vía ferrata y una tirolina. También hay varias rutas señalizadas para hacer senderismo y bicicleta de montaña, así como numerosas cuevas. Para esquiar, diríjase a Boga/Boge. A 1.400 m de altitud, el pueblo cuenta con una miniestación de esquí con un remonte y una pista a 1.680 m de altitud. Hay varios alojamientos, como el Hotel Burri (+377 44 26 77 66) o la Villa Kodra (+377 44 69 54 88). También es posible practicar el esquí fuera de pista con la agencia Outdoor Kosova, que dispone de un groomer para dejar a los esquiadores en la parte superior de las pistas.