Guía de viaje Majabat Al Koubra

Este nombre significa "la extensión de la Gran Soledad". Theodore Monod dio este nombre a Djouf y aún aparece en varios mapas. La palabra "djouf", que significa "vientre", hace referencia a la depresión de Taoudenni, en Malí. El explorador recorrió este árido desierto en todas direcciones con la misma pasión y curiosidad durante años.Se extiende de El Ghallaouya a Aratanne (430 km) y de Ouadâne a Araouane (1.700 km de los cuales 900 km son sin agua). Su superficie es de unos 250.000 km². Más concretamente, el Majabât al-Koubrah es como un polígono cuyos vértices son los puntos de agua: Chinguetti - Uadâne - El Ghallaouya - l'erg Chech - Puits d'El Mrayer - Bir Ounane - Araouane - Faguibine - Oualata - Aratâne - Tichett - Oguilet-en-Nemadi - Chinguetti.Macizo sin agua. El macizo es monótono, arenoso y sin puntos de agua. Son interminables dunas rubias, sin árboles y sin sombra, sin pozos y sin agua. Los geógrafos árabes Al-Bakri e Ibn Battûta ya lo habían señalado. En el siglo XIX, Heinrich Barth pudo obtener alguna información. Algunas regiones, entre ellas la de Jufu, siguen siendo desconocidas, incluso para los nómadas, a quienes suele echar para atrás la falta de puntos de agua y la escasez de pastos. Sin embargo, es posible recorrer con camellos una distancia de 500 km sin una fuente de agua.Cuando atravesó estas extensiones vacías, Théodore Monod navegó con brújula durante tres semanas con un solo azimut. El 12 de diciembre de 1954, partió de Ouadâne con total autonomía. Para los preparativos, calculó sus reservas de agua. Un cálculo muy sencillo pero vital que da 0,63 litros, es decir, 9 vasitos de té al día (lo que no es mucho para un esfuerzo físico intenso). Sólo prevé una comida cocinada al día, por la noche.Cinco camellos. Théodore Monod va acompañado de 2 guías y 5 camellos: 2 camellos de monta, 2 camellos bajos para el agua y 1 camello de patas altas (nombre que le dieron los meharistas) que ha reconstruido su joroba en los pastos y que es resistente. También lleva consigo una radio. De su experiencia de supervivencia en el Sáhara, Théodore Monod se trae algunas máximas: "Rastros de chacal, agua cerca. Rastros de fennec, cíñete y camina" Siempre hay que alimentar a los camellos por el camino, sobre todo cuando los pastos son escasos e inciertos.