DOMAINE HUBERT LAPIERRE
Sinónimo de alta calidad, el apellido Lapierre es un nombre que resuena muy bien en los montes del Beaujolais, en varios campos vitícolas. Si no es fácil hacerse un nombre para firmar su trabajo, la mención "valor seguro" nos parece pegada a la perfección a los vinos de Hubert. Los recién nacidos conservan la reputación de un ámbito que hay que darse prisa. Los 2009 (5,90 euros), prometidos a largo plazo, no se oponen a la ambición cualitativa que guía este Lapierre: el Chénas 2009 (probado en cuve), dulce, dulce, largo y frutal (cereza), precede a las antiguas vides, en 2009 (6,60 euros), más largo y tannico, pero perfectamente equilibrado. Estos dos vinos se conservan en bodega. En el lado Moulin à Vent, el 2009 "Viejas vides" (7,20 euros), la expresión es más inmediata (frescura, frutos rojos: fresa y grosella), ya atractiva. Una coherencia de conjunto que da sentido al trabajo del viticultor y al talento de los grandes beaujolais.