Guía de viaje Santa Clara Del Cobre

Rodeado de bosques de pinos, este pueblo mágico se organiza en torno a una plaza central muy atractiva: dos iglesias se asoman a un bonito jardín, y las casas de tejas típicas de la región tienen hermosos pórticos sostenidos por pilares de madera. Aquí destaca el legado de Vasco de Quiroga. Como obispo de Michoacán, trabajó para asegurar la continuidad étnica intergeneracional de la comunidad purépecha, difundiendo entre ellos las habilidades ancestrales del trabajo del cobre. También les proporcionó una educación gratuita liberándolos de su condición de esclavos. Lo interesante de Santa Clara es que se podría pensar que había minas de cobre en la zona, pero se explotaron hasta el último gramo. Por ello, la ciudad se ha convertido en un negocio de reciclaje: circuitos electrónicos, tuberías de fontanería y cables de cobre de todo tipo se envían aquí para que los artesanos puedan continuar con su trabajo creativo, de modo que ahora hay varias fundiciones en toda la región. Adéntrese en las calles (menos encantadoras) del pueblo y se encontrará con varios talleres y tiendas que venden los productos: bañeras exentas, lavabos, jarras, vajillas y piezas más portátiles como estas hermosas y discretas lámparas de techo. El Museo del Cobre alberga obras originales premiadas en el Concurso de Cobre Martillado, así como objetos de la época prehispánica, ya que los purépechas trabajaban el metal mucho antes de la llegada de los conquistadores.