Guía de viaje La Quemada

Situada en la frontera entre las dos zonas menos estudiadas de la arqueología mexicana (el Oeste y el Norte), los orígenes de la gran ciudad fortificada de La Quemada siguen siendo objeto de debate. En cuanto a la datación, lo único que se sabe es que los habitantes de la ciudad la construyeron a partir delsiglo IV d.C. El apogeo de la ciudad tuvo lugar entre los años 600 y 850 d.C., y fue abandonada definitivamente en elsiglo XII. Las hipótesis y suposiciones sobre los orígenes culturales del sitio son numerosas: ¿podría haber sido un puesto avanzado de la gran Teotihuacán, con la que el sitio compartió su apogeo y decadencia (500-900 d.C.)? ¿Un puesto comercial para los toltecas, que fundaron la ciudad de Tula en la época del declive de La Quemada? ¿Baluarte de los combativos purépechas de Michoacán, que resistieron constantemente a los mexicas de Tenochtitlán y luego a los invasores españoles? ¿O podría ser el legendario Chicomostoc, el pueblo donde los mexicas se asentaron por un tiempo durante su largo exilio de Aztlán hacia los valles centrales, donde luego fundarían la gran Tenochtitlán, capital del llamado imperio azteca? Las preguntas son infinitas y las respuestas pocas... Digamos que la configuración del sitio evoca ciertamente la idea de una fortaleza defensiva, pero ahora sabemos que fue una capital agrícola y un importante centro ceremonial. En aquella época, la región estaba mucho mejor irrigada y era mucho más húmeda de lo que sugiere su llanura semidesértica. Aquí se cultivaba maíz, frijol, calabaza y maguey, así como semillas de amaranto, jitomate y nopal. Dada su ubicación, es fácil imaginar que la ciudad formaba parte de una red comercial que incluía a los chalchihuites (el sitio de Alta Vista, en la Sierra de Órganos, conocido por la extracción de metales preciosos), el cañón de Juchipila y el valle de Atemajac, el actual territorio del estado de Aguascalientes, Los Altos de Jalisco y, por supuesto, la parte noroeste del estado de Guanajuato. Era una región por la que transitaban productos tan diversos como la sal, los minerales y los mariscos, sin olvidar la turquesa, que llegaba hasta mil kilómetros más al norte.