ZONA ARQUEOLÓGICA EL OCOTE
Zona con pinturas rupestres, restos de estructuras en la colina, terrazas artificiales en sus laderas y tumbas con ofrendas
Tendrá que pedir a los lugareños indicaciones para llegar al lugar. La zona arqueológica, identificada en 1976, abarca 60 hectáreas repartidas entre las laderas del cerro de los Tecuanes y el encantador valle de la Troja. Las primeras prospecciones realizadas a principios de la década de 2000 se limitaron a la presencia de pinturas rupestres, pero los investigadores no tardaron en encontrar restos de cerámica y huesos humanos y de animales, y poco a poco se fueron descubriendo rastros de una fuerte presencia humana en este yacimiento de agricultores sedentarios. Primero se identificaron los restos de dos estructuras en la cima de la colina rocosa y numerosas terrazas artificiales en sus laderas. Por último, se han descubierto una docena de tumbas con ofrendas (conchas, turquesas, etc.), por no hablar de las numerosas unidades residenciales que rodean el yacimiento. La única parte del sitio que es accesible hoy en día son las pinturas rupestres, que ahora son difíciles de ver, pero no importa, porque el paseo vale la pena. Para llegar allí, primero pasará por un campo con un cartel que le advierte de que no debe entrar: siga las indicaciones al pie de la letra y continúe recto donde se encontrará con una barrera metálica. El camino construido para admirar las pinturas rupestres comienza a su derecha y sube hacia las paredes de roca. A medida que los recorras, llegarás a tener unas magníficas vistas del valle de abajo.