Este tranquilo pueblo de origen maya se encuentra a 10 km al norte de Calkiní, justo antes de cruzar la frontera entre los estados de Campeche y Yucatán. Sus habitantes parecen estar constantemente ocupados, porque cuando no están haciendo otras cosas, se reúnen en los patios y sótanos de las casas familiares para tejer los famosos sombreros de palma jipi enana. Esta planta toma su nombre del pueblo de Jipijapa , en Ecuador, conocido desde hace mucho tiempo por su uso en la fabricación de sombreros. No es ni más ni menos que el utilizado para hacer "panamas" de extraordinaria calidad. La planta ha recorrido un largo camino: desde Ecuador se importó a Panamá, que asoció su nombre a estos atributos intemporales y les dio su fama internacional. El pueblo de Bécal está asociado a su producción desde finales del siglo XIX. La planta fue introducida en la región por un habitante de Calkiní que la trajo del Petén guatemalteco en 1859. Entonces los hermanos García, propietarios de la Hacienda de Santa Cruz, decidieron cultivarla. A partir de entonces, los habitantes de la región, apoyándose en la tradición maya de la cestería, adoptaron esta planta como materia prima en la elaboración de "panamas"; la primera se tejió en 1872. Bécal, ya conocido desde principios del siglo XIX por la fabricación de sombreros, se convirtió en una referencia nacional e internacional por el uso de esta fibra. Desde principios del siglo XX, la mayoría de sus habitantes se han dedicado a esta actividad.

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