Construida a orillas del Saona hace más de 3.000 años, la ciudad de Chalon-sur-Saône es hoy una escala ideal para descubrir los placeres de Borgoña. La gastronomía y la cultura del vino se combinan deliciosamente para que su estancia sea lo más sabrosa posible. Y en esta ciudad cargada de historia, no faltan las actividades, sobre todo durante el carnaval, a finales de febrero y principios de marzo (del 24 de febrero al 5 de marzo este año). Es una oportunidad única para pisar esta ciudad de arte y cultura.
Una ciudad histórica
Chalon-sur-Saône es una ciudad festiva pero también cargada de historia, ya que el hombre prehistórico se instaló aquí y los romanos la convirtieron en un centro estratégico. Durante la Revolución, con la creación de las nuevas circunscripciones administrativas, Chalon fue suplantada por Mâcon como capital de departamento y perdió su condición de obispado (1790). Sin embargo, la ciudad conoció un nuevo auge con la construcción del Canal del Centro (finales del siglo XVIII, principios del XIX) y, posteriormente, de los canales de Borgoña y Ródano-Rin, que desarrollaron aún más el comercio regional por vía fluvial. Fue en esta época cuando Nicéphore Niepce desarrolló varios procesos revolucionarios, entre ellos la fotografía. La primera fotografía del mundo se tomó cerca de aquí.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad vivió una situación incómoda. De junio de 1940 a noviembre de 1942, la línea de demarcación se cruzó en el Saona, quedando Chalon en la zona ocupada y la orilla izquierda de Saint-Marcel en la zona libre.
Hoy en día, los numerosos vestigios del pasado medieval de la segunda ciudad de Borgoña siguen atrayendo a los visitantes.
Un patrimonio por descubrir
La visita comienza con la soberbia catedral de Saint-Vincent. Esta antigua sede de la diócesis de Chalon-sur-Saône se alza en el corazón del casco antiguo. Rodeada de tiendas y restaurantes, la catedral merece una visita. Declarada monumento histórico en 1903, sus dos torres fueron declaradas monumento en 1991. Construida en el sigloV , en el emplazamiento de un templo probablemente dedicado a Marte, y reconstruida entre los siglos XI y XVI, la catedral presenta dos periodos arquitectónicos: el románico y el gótico. En el interior, destacan la belleza de algunos capiteles y las capillas laterales cerradas por rejas de piedra (una peculiaridad regional) en las naves meridionales. Otras capillas albergan un gran tapiz del Santísimo Sacramento ejecutado hacia 1510, una pietà de piedra de finales del siglo XV, un cuadro sobre madera del pintor Richard Tassel de 1608, que representa a Cristo y los ángeles, y, en la sacristía delantera, una vidriera del siglo XVI que evoca el Apocalipsis. El hermoso claustro data de finales del siglo XIV y cuenta con cuatro estatuas de madera. El órgano de la galería data de finales del siglo XVII y la caja está catalogada como Monumento Histórico desde 1846. El edificio también cuenta con un modelo para discapacitados visuales, situado en la entrada.
La visita continúa a pocos metros de la catedral, una vez cruzado el puente Saint-Laurent. En el muelle se encuentra la Tour du Doyenné. Esta antigua torre escalonada servía a los pisos del deán de Saint-Vincent. Amenazada de ruina, fue demolida en 1907, vendida y abandonada en un patio parisino antes de ser reconstruida en 1926. Tras un breve descanso en su jardín, diríjase al Espace Patrimoine, quai des Messageries. Esta mansión privada pone de relieve la historia y el patrimonio de esta ciudad de arte e historia. Ofrece exposiciones temporales y una exposición permanente que permite descubrir la evolución de la ciudad desde la Antigüedad.
Por último, no olvide echar un vistazo a la iglesia Saint-Pierre, situada frente al ayuntamiento. Construida entre 1698 y 1713 en forma de cruz griega, esta antigua capilla benedictina presenta una arquitectura característica con un exterior de estilo italiano y un interior barroco.
Museos para visitar
Justo enfrente de la iglesia Saint-Pierre, podrá entrar (gratuitamente) en el museo Denon. Alberga algunas obras importantes. Una parte está dedicada a las bellas artes, a través de obras maestras de la pintura napolitana del siglo XVII y de la escuela de Rembrandt, mientras que el sótano permite descubrir tesoros arqueológicos descubiertos en el Saona. También cuenta con una colección de 160 xilografías única en Francia. En 2023 se inaugurará una exposición sobre el tiro con arco, Le Noble jeu de l'Arc, que dará paso a otra centrada en el dibujo al servicio de la arqueología. Cabe recordar que Vivant Denon, nacido en Chalon-sur-Saône en 1747, fue director del Museo del Louvre y Ministro de las Artes bajo Napoleón. La ciudad de Chalon quiso rendirle homenaje creando este museo dedicado a las obras de Vivant Denon y al arte en su conjunto.
Después volveremos al Quai des Messageries para adentrarnos en la historia de la fotografía. En efecto, en 1954, la empresa Kodak Pathé eligió la ciudad como emplazamiento industrial, lo que le permitió trasladar progresivamente las actividades de su fábrica de Vincennes a provincias. A pesar de su cierre en 2008, Chalon-Sur-Saône sigue siendo la cuna de la fotografía y era natural que su inventor, Nicéphore Niepce, fuera homenajeado allí. Es el caso de este museo, sin duda uno de los más antiguos y uno de los más ricos dedicados a la fotografía. Una visita obligada. Instalado desde 1972 en el antiguo Hôtel des Messageries royales, conserva tesoros únicos en el mundo. Podrá retroceder en el tiempo y admirar obras de profesionales y aficionados, y descubrir la evolución tecnológica desde la primera cámara hasta el smartphone actual. El museo también rinde homenaje a la fotografía contemporánea a través de numerosas exposiciones temporales.
Los tres golpes del carnaval
Y por fin, ¡es hora de celebrar! Conocido a nivel nacional por su festival anual de artes de calle "Chalon dans la Rue", organizado a finales de julio, Chalon-sur-Saône también es conocido por su carnaval, del 24 de febrero al 5 de marzo de este año. Durante diez días, Chalon-sur-Saône vibra al ritmo de los gôniots. No se trata de un animal extraño, sino de personas con un espíritu muy festivo que deambulan por las calles haciendo todo el ruido posible. También nos cruzamos con grandes cabezas de cartón con sonrisas devastadoras. Este es el panorama que se despliega cada año desde hace casi un siglo. Una historia que convierte al carnaval de Chalon en el5º de Francia. El acontecimiento se articula en torno a dos grandes desfiles con multitud de carrozas y confeti los domingos por la tarde. No hay que perderse: el Carnaband's Show, un espectáculo musical con 300 artistas de toda Europa, o la noche de clausura con su castillo de fuegos artificiales durante el cual el Rey del Carnaval, previamente juzgado y condenado a muerte, es quemado y arrojado al Saona. El último atractivo del evento es la presencia de más de 150 feriantes, lo que la convierte en la mayor feria de la región. Las ediciones se suceden, siempre llenas de color, risas y convivencia. Un acontecimiento que no debe perderse, ¡vaya o no disfrazado!
Información útil
¿Cuándo es? La llegada del buen tiempo es el momento ideal. Si no, para asistir al carnaval en 2023, vaya del 24 de febrero al 5 de marzo.
Cómo llegar. En avión (aeropuerto de Lyon), en tren o en coche, todo es posible.
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Útil. Para preparar su viaje lo mejor posible.
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