A sesenta kilómetros al norte de Tapachula, la carretera que lleva a las fincas cafeteleras situadas bajo el volcán Tacaná se adentra poco a poco en un mundo de vegetación tan tropical como siempre, pero con un clima más fresco (las fincas se sitúan entre los 600 y los 1.200 metros). La mejor manera de disfrutar plenamente de la experiencia es pasar al menos un día en la zona y dormir en una de las fincas que ofrecen alojamiento. Hay muchos senderos en la zona donde se puede observar la flora y la fauna, hacer ciclismo de montaña y montar a caballo, y aprender sobre la producción y el procesamiento del café; en resumen, ¡no hay tiempo para aburrirse! Además de la Fin ca Hamburgo, que es una de las más importantes de la región, no deje de visitar la Finca Irlanda, la Finca Chiripa y la Finca San Francisco, todas ellas en un radio de 15 kilómetros. Finca Irlanda está certificada como productora de café ecológico y biodinámico desde 1967. En dirección al sur, por la carretera de Nueva Alemania, aproveche para detenerse a admirar la cascada de San Francisco, en El Edén, desde la que es posible descender en balsa por el río Cuilco en época de lluvias. Es posible descubrir esta remota región, y especialmente las fincas, en una visita guiada, con la organización Chiapas Tours & Travels (www.chiapastoursandtravel.com), que se encarga tanto del transporte como del alojamiento.

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