CARACOL

El yacimiento arqueológico maya de Caracol es sin duda el más famoso, el más grande y el más majestuoso del país. Descubierto en 1937 por un leñador llamado Rosa Mai, que rastreaba la región en busca de madera de caoba, alertó inmediatamente a las autoridades, que enviaron a dos arqueólogos, A. H. Anderson y H. B. Jex, a explorar el yacimiento. Hicieron algunos descubrimientos muy importantes, a los que siguieron otros durante las numerosas exploraciones que tuvieron lugar a lo largo del siglo ^XX y que continúan hasta nuestros días, tan vasto y rico es el yacimiento.

Hoy podemos decir que Caracol fue ocupado por primera vez en el año 1200 a.C. y alcanzó su máximo esplendor en el 650 d.C., cuando ocupaba una superficie de algo menos de 200 km² y albergaba una población de más de 140.000 habitantes. Esta cifra contrasta con los 400.000 habitantes actuales de Belice. Además de por su tamaño, el yacimiento se ha hecho famoso por su historia. El reino de Caracol obtuvo importantes victorias sobre los territorios vecinos: la victoria sobre Tikal en 562 d.C. y la conquista de Naranjo, en la actual Guatemala, en 631 d.C. Como toda la civilización maya clásica, el sitio entró en decadencia durante el siglo ^X, cuando los últimos ocupantes de Caracol se marcharon a otras tierras.

Visita. Dado que sólo se ha excavado y restaurado una ínfima parte del yacimiento, la belleza del lugar reside quizás sobre todo en su denso entorno tropical. El yacimiento se encuentra a 500 m de altitud, en el corazón de la selva de Chiquibul, y desde lo alto de sus estructuras se puede disfrutar de una espectacular vista de la selva hasta donde alcanza la vista: sentado junto a las plazas mayas, no es raro toparse con fauna exótica que añade encanto a la visita, incluidas numerosas aves. Sin duda, se trata de una de las excursiones más exóticas que se pueden hacer en el país. La parte del yacimiento que visitamos hoy -el corazón de la ciudad en su apogeo- es una serie de plazas que rodean una acrópolis central y dos campos de pelota. Aparte de la pirámide principal, a la que merece la pena subir, hay numerosas estelas grabadas que se han reunido en una parte del yacimiento. Muchas agencias del país, por no decir todas, ofrecen visitas guiadas a Caracaol, pero es perfectamente posible llegar por cuenta propia si se dispone de un vehículo 4x4. En ese caso, no olvide llevar todo lo necesario, ya que no hay tiendas ni restaurantes en el lugar.