Guía de viaje Vyborg (Выборг)

Antaño majestuosa, Vyborg es hoy una atracción llena de misterio y encanto decadente. Una "ciudad extranjera" en territorio ruso, es una síntesis de las culturas sueca, finlandesa, alemana y rusa, que a su vez han plantado sus banderas en este pequeño trozo de tierra en el Golfo de Finlandia frente a Rusia y Piter. Fundada por los suecos en 1293 en una isla como castillo-fortaleza (que hoy puede visitarse como museo y Torre Olaf), Vyborg, gracias a su estratégica ubicación, creció rápidamente y conquistó las tierras circundantes a las que estaba conectada por puentes. La ciudad se desplazó así hacia el continente. Enriquecida por el comercio hanseático y ciudad cosmopolita, fue una de las ciudades más bellas del Reino de Suecia en el siglo XV. Tras muchos intentos infructuosos, cayó en manos rusas bajo Pedro el Grande (1710). Durante la guerra soviético-finlandesa de 1944, Vyborg fue finalmente anexionada por la Unión Soviética. Hoy en día, enclavada en un entorno natural excepcional, esta ciudad con un rico patrimonio histórico vive tiempos difíciles. Abandonados por el Estado, sus edificios se están deteriorando y algunos están cayendo en la ruina. En 2013, todo un barrio histórico fue arrasado para dar paso a nuevos proyectos, lo que provocó una oleada de protestas por parte de vecinos e intelectuales. Todavía muy visitada, sobre todo en días soleados, Vyborg conserva un encanto romántico propio. Pasear por sus calles medievales, participar en recreaciones históricas, degustar los famosos pretzels de canela de Vyborg o admirar las obras maestras de la arquitectura escandinava... Esta ciudad es una perla sublime y amenazada. En 2016, el gobierno anunció una restauración a gran escala de los monumentos culturales y de la ciudad de Vyborg en su conjunto. Hasta la fecha, se han iniciado las obras en el parque Monrepos, la torre de San Olaf, el edificio Goving (de propiedad privada) y la casa del gremio de comerciantes del Espíritu Santo. El parque permanecerá abierto durante las obras, pero muchos vecinos de la ciudad están preocupados por la calidad de los trabajos y la caótica tala de árboles históricos. Las obras de restauración se suspendieron tras la detención del viceministro de Cultura, Gregory Pirumova, y su condena por malversación de fondos destinados a la restauración de monumentos. Es de esperar que sus sucesores muestren más probidad en la ejecución de este proyecto de preservación del patrimonio.