2024

ADECAR

Sitio natural para descubrir

Embarcarse en el puerto de Boca del río Huascayacu (a unos 40 minutos en taxi desde Moyobamba) para la aventura: 1 hora de navegación y luego girar a la derecha y entrar en un brazo mucho más estrecho, el río Avisado. Unos minutos más y verá a lo lejos una espectacular casa en un árbol: es la puerta de entrada al mundo de Tingana. Aquí, Juan Isuiza y sus tropas cuidan su reserva con esmero. Han construido dos bungalows familiares rústicos (cada uno con 5 camas en 2 plantas) y también ofrecen una cocina casera. Merece la pena quedarse un tiempo para disfrutar más del lugar y compartir una experiencia real de la mano de la comunidad. Como se trata de una selva inundable, depende del agua, pero la mayoría de las veces los viajes se hacen en canoa excavada entre las raíces entrelazadas. Durante los meses de lluvia (de enero a mayo) se observa más fauna. En la estación seca también se pueden hacer algunas caminatas. Al ser una zona protegida, muchos animales se han refugiado aquí y poder observarlos en silencio es un verdadero privilegio. La experiencia es genial, te vas con muchos recuerdos y apoyas este proyecto 100% ecoturístico. Una alternativa para los que tienen prisa, la comunidad vecina de Santa Elena es más accesible. Ahora es favorecido por las agencias, pero no le ocultamos que el encanto del lugar no es el mismo. Sin embargo, esta opción sigue siendo agradable para los que tienen poco tiempo.

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