SERENA
Desde la entrada, las largas alfombras rojas, los ríos, los balcones de madera scuplados y los aires tradicionales tocados por verdaderos músicos dan el tono de este lujoso establecimiento. El Serena dispone de cinco categorías de habitaciones, todas amuebladas con una cama king-size. La decoración es tradicional, con moqueta y gruesas cortinas, muebles de madera bastante clásicos y varias lámparas que calentan la habitación.
Allí hay nada menos que cinco restaurantes y un café. El Zamana propone platos paquistaníes y continentales, a la carta o en el bufé. La sala, en dos plantas, ofrece unas bonitas vistas a los jardines del hotel. Con sus azulejos incrustados en las paredes, sus techos abovedados y sus apliques murales orientales, el restaurante Al-Magreb te transportará en un ambiente tradicional de Oriente Medio, del que sirve especialidades. El Dawat, con una decoración de inspiración mogole, propone platos paquistaníes y veladas musicales. Para sabores tailandeses, japoneses, chinos y malayos, dirígete al Wild Rice. En el Rakaposhi Cafe and Patisserie hay pan y bollería, y en verano el Bardari ofrece barbacoa en el exterior.
El lujo continúa con la presencia muy apreciable de dos piscinas. La planta baja está abierta durante los meses más cálidos, la de la tercera planta, a lo largo del año.
También hay un gimnasio, abierto de a h.