LA ROCA DE CHEETAH
Un nuevo centro para guepardos rescatados por haber sido heridos por cazadores furtivos, agricultores...
Este centro para guepardos rescatados de malos tratos tiene un calendario de reservas siempre lleno. Estos guepardos son donados por centros de rescate que los han acogido porque han sido heridos por cazadores furtivos o granjeros, o los padres de las crías han sido asesinados, abandonados por los hombres que los mantenían cautivos en sus casas, o encerrados en lúgubres zoológicos que los dejaban marchitarse, circos, etc. La intención es loable, porque estos animales están mejor en Zanzíbar que tras las puertas de un zoo. La intención es loable, porque estos animales están mejor en Zanzíbar que tras las puertas de un tirano animal o muertos en la selva, incapaces de valerse por sí mismos. Pero seamos sinceros, ¡estos guepardos no tienen nada que ver con Zanzíbar! Para verlos, nada como un safari en tierra firme, en la llanura del Serengeti (que puede organizarse como excursión de un día desde Zanzíbar). Los animales han pasado de ser explotados por los francotiradores a ser explotados por los turistas, convirtiéndose en gigantescos animales de peluche que viven en recintos cerrados, incapaces de vivir por su cuenta, a los que la gente acude para acariciar y hacerse selfies con ellos. El centro, que afirma "proteger la especie", acogió a dos guepardos machos tras la muerte de Tyson (que era muy viejo), y espera acoger a dos hembras compatibles para poder empezar a criar guepardos en cautividad. Este sería un objetivo más serio que simplemente exhibir a los felinos. También se puede nadar con un león marino, ver un león blanco, cebras y lémures... Pero la entrada es cara.