O ARCO, EL ARCA
La experiencia comienza mucho antes de llegar al Arca, una espectacular formación natural debida a la erosión. Este gran oasis, aislado en pleno desierto, contrasta con la inmensidad circundante por su cubierta vegetal, pero también por la ruptura de nivel. Esta ruptura del paisaje se explica por una zona de colapso que se produjo alrededor de la cama del Río Curoca en la meseta desértica litoral. El fondo del oasis está a una costa inferior a varias decenas de metros. El hábitat se concentró allí donde la presencia del agua ha hecho posible la vida.
Aunque el Arca es el objetivo de este paseo, sencillo y accesible casi a todos, es interesante observar todo el oasis alimentado por el Río Curoca en el curso intermitente, cuyas aguas dependen de las precipitaciones en las altas mesetas, de octubre a mayo. Es posible un poco de agricultura, especialmente en las orillas de los dos lagos casi secados desde 2011. Los flamencos abandonaron el lugar hasta las próximas lluvias abundantes. Los peces «duermen» según una creencia local. Una certeza: los habitantes sobreviven cada vez más debido a la falta de agua.