El área central de Calakmul, que corresponde a los 25 km2 de la zona arqueológica, está formada por cinco grandes complejos arquitectónicos organizados de forma dispersa alrededor de una plaza central que refleja a través de sus estilos y construcciones la larga duración de la ocupación de la ciudad. Para acceder a los distintos complejos arquitectónicos, hay que caminar alrededor de 1,5 km por la selva desde la entrada. A continuación, las señales le dan la opción de ir en diferentes direcciones, correspondientes a varios circuitos: un circuito largo, un circuito medio y un circuito corto. Se aconseja disponer de un mínimo de tres horas en el lugar, o incluso de todo el día para quienes deseen ver todos los conjuntos arquitectónicos en detalle. El recorrido corto sólo permite visitar los principales edificios del conjunto arquitectónico de la Plaza Central, mientras que el recorrido medio lleva a la Gran Acrópolis y a su Plaza Norte con el tradicional campo de pelota, y el recorrido largo lleva a las zonas residenciales colindantes. Sin embargo, las señales son a veces confusas y es fácil desviarse de la ruta elegida. La visita se convierte entonces en un paseo en el que puede dar rienda suelta a sus instintos. A la plaza central, flanqueada por la Estructura VII en su lado norte, se llega siempre sin problemas. Aquí se descubrió la fabulosa Máscara de Jade que ahora se exhibe en el Museo Fuerte San Miguel de la ciudad de Campeche. Desde la cima de esta pirámide de 24 metros de altura, se pueden ver a unos cientos de metros las alturas de las Estructuras I y II, esta última considerada el edificio emblemático de la región.

El estilo Petén: caracteriza la arquitectura civil y religiosa correspondiente a la región homónima, a caballo entre Guatemala y México. Es anterior a los otros estilos arquitectónicos del estado de Campeche(Río Bec, Chenes y Puuc desarrollados a partir del 600 d.C.), ya que el estilo Petén alcanzó su plenitud entre el 250 y el 600 d.C. Esta arquitectura se caracteriza por su carácter monumental: los muros están formados por cuerpos escalonados y los edificios más imponentes están coronados por grandes templos de una sola pieza rematados por crestas desproporcionadas. Delante de los edificios emblemáticos suelen encontrarse estelas y altares, especialmente bien tallados y esculpidos.