HOTEL LA OMARA

Un hotelito precioso, con una magnífica piscina y casitas enclavadas en el campo con vistas al lago o al jardín (es posible avistar bichos al anochecer para los aficionados). El propietario, un americano, es muy accesible y está encantado de compartir su amor por su isla de adopción, un paraíso con unas vistas espléndidas. El único inconveniente es que estás un poco obligado a cenar en el restaurante (con su menú bastante limitado) porque el lugar está lejos de todo, pero los camareros son adorables. Alquiler de bicicletas.