T’ZEILEND FORNUIS
Este restaurante hace todo lo que esté en su mano y reina una auténtica convivencia hasta tal punto que es más prudente reservar, sobre todo en temporada, para esperar disponer de uno de los 60 cubiertos disponibles en la sala o del 40 en la terraza. La recepción que te reserves es sorprendente, ya que ve directamente lo que está pasando a los hornos. La decoración es sencilla y original. Aquí el chef trabaja sobre todo en los peces preparados y concertados con cuidado y originalidad. La patata de los pólderes con calabaza y vieiras o con el salmón ahumado y queso de cabra, pero también las ostras son un regalo para las papilas. La carta también ofrece buenos trozos de Limousin. No dudes en dejarte probar por el oro de Oostduinkerke: 5 preparaciones diferentes de camarones grises o incluso la patata de los pólderes con camembert y jamón de la Selva Negra. Hay que tener en cuenta que hay una cabina de playa con capacidad para 6 personas durante todo el año para comidas privadas.