Una nueva museografía, espacios rediseñados, uno de los museos más interesantes dedicados a África Central. Sin complejo.
Este museo está estrechamente vinculado a la historia de la colonización belga del Congo. Creado en 1897 a instancias del rey Leopoldo II, su objetivo era despertar la curiosidad de los belgas por el "Estado Independiente del Congo", propiedad personal del soberano y hoy objeto de polémicas contemporáneas a causa de las atroces torturas perpetradas por los colonos. Coincidiendo con la Exposición Universal de 1897, hizo construir el "Palacio de las Colonias" en la finca real de Tervuren. La exposición temporal presentaba "curiosidades" del Congo: animales disecados, objetos de interés etnográfico, productos de exportación (café, cacao, tabaco, etc.). La construcción del actual edificio neoclásico se encargó al francés Charles Giraut, arquitecto del Petit Palais. Se inauguró en 1910 con motivo de la segunda Exposición Universal. Pero Leopoldo II murió en 1909. Antes de morir, legó el Congo a Bélgica.
126 años después de su creación, el museo cuenta con una rica colección de varios miles de objetos (unos 800 expuestos), que alimentaron las fantasías de varias generaciones y el guión de Tintín en el Congo: el hombre leopardo, las gacelas disecadas, etc. El enfoque es antropológico, etnológico, botánico, zoológico, entomológico, geológico y mineralógico. El museo, que también es un centro de investigación, se sometió a obras de renovación entre 2013 y 2018, y ahora exhibe una visión más contemporánea y menos colonial de África, con una escenografía original en sus nuevos edificios.