EL MUSEO DE FOLCLORE DE LA VIDA FRONTERIZA

El museo de folclore lleva el nombre de Léon Maes en homenaje a este hombre, antiguo secretario judicial y amante de la historia local, célebre por sus investigaciones dialectológicas y folclóricas, y su colección de canciones populares del Flandes valón (420 canciones y rimas infantiles). Sus trabajos sobre las nociones de raíces, identidad y amor a la tierra condujeron a la creación del Museo de Folclore. Para ello, se vaciaron los desvanes y se donaron objetos de antaño, archivos y mobiliario al museo, que pudo así dar a conocer este folclore y patrimonio rural. Se han reconstruido diversos objetos: un dormitorio, una lechería, un aula, una taberna, una tienda de ultramarinos, puestos de artesanos... todo lo que componía la vida cotidiana en el siglo de oro de Mouscron, entre 1850 y 1950, cuando la industria textil estaba en pleno auge y la ciudad se convirtió en encrucijada de las culturas valona, flamenca y francesa. Las colecciones temáticas también alegrarán su visita: el tabaco y el fraude, que van de la mano en una región fronteriza, la confitería Saint-Jacques que hacía salivar a los lugareños, los juegos populares (tan importantes en los estaminets)... Por último, el centro de documentación es una gran fuente de información sobre la historia de Mouscron. Los jardines también forman parte de la zona museística, y el edificio ganó el premio de arquitectura Mies van der Rohe 2017.