Guía de viaje Butajira

Esta ciudad de unos 45.000 habitantes se encuentra a más de 2.100 m de altitud, a 136 km de Addis Abeba. Se encuentra en el corazón del país Guragé, una etnia semítica que le recomendamos descubrir durante el gran mercado de los viernes. También se encuentra a 10 km del lago del cráter de Butajira, creado por la actividad volcánica. A la entrada del pueblo, la pista de la izquierda conduce, tras 45 km, a la ciudad de Ziway, que da acceso a los lagos del valle del Rift.País de Guragé. Situado entre Addis Abeba y Jimma, hay dos carreteras que conducen a él. La carretera que atraviesa Tiya y sus misteriosas estelas conduce a Butajira, la mayor ciudad habitada por esta etnia. La carretera a Jimma pasa por su centro administrativo, la ciudad de Welkite. Considerados un pueblo trabajador y formidables comerciantes, los guragé se han instalado en las principales ciudades del país e incluso regentan la mayoría de los pequeños comercios diseminados por la capital. El aislamiento de esta población de habla semítica, ahora mezclada en gran parte con rasgos cusitas, se explica por su migración desde las altas mesetas de la frontera eritrea. Sin duda expulsados del norte por oscuros conflictos, los Guragé se instalaron en una de las regiones más fértiles del país, donde más del 90% de ellos siguen siendo agricultores. Aunque su producción está diversificada, el enset, también conocido como "falso plátano", es el cultivo dominante y siempre ha constituido la base de su alimentación. Las viviendas circulares guragé son altas, espaciosas, bien equipadas y cubiertas con un grueso tejado de paja flanqueado por cerámica. Los alrededores están siempre impecablemente limpios, lo que subraya la visión de esta comunidad para la que la ociosidad es un pecado y el trabajo la única clave del éxito. Divididos en siete tribus con dialectos propios, los Guragé son cristianos o musulmanes, pero el animismo sigue muy vivo entre esta población, que perpetúa ritos ancestrales. La fiesta de Meskal es una celebración importante que dura una semana entera. Engloba ritos paganos cuyo significado va mucho más allá del simbolismo tradicional de esta fiesta ortodoxa de la Cruz. Atrae a toda la comunidad del país y se caracteriza por cantos y bailes muy especiales.El enset, el árbol multiusos. Aunque el enset se cultiva mucho más allá de la región de Guragé, sigue siendo uno de los fuertes rasgos culturales de esta comunidad. Originalmente una especie silvestre, el enset fue domesticado y luego cultivado por trasplante por encima de los 2.500 m de altitud. Conforma el paisaje de las fértiles regiones del sur de Etiopía. Es el único país del mundo donde se cultiva para la alimentación. Su rusticidad y resistencia lo convierten en un regulador formidable en épocas de escasez de alimentos.Llamado el "falso platanero" por su parecido con el frutal, elEnset ventricosum no produce frutos comestibles, pero sí sus raíces y tallos foliares. El kotcho es el principal producto que se obtiene del árbol: el almidón, raspado de la base de los tallos y el tronco, se envuelve en hojas verdes y luego se entierra para un periodo de fermentación que puede durar varios meses. Una vez desenterrado, se cuece en forma de empanada de textura elástica y olor muy fuerte que recuerda a un queso bien hecho. La bulla es un líquido blanquecino más o menos concentrado que, una vez deshidratado, produce un polvo blanco similar en uso y aspecto a la harina. Por último, el hamicho es el corazón del árbol, que suele comerse hervido.Sus anchas hojas se utilizan como forraje para el ganado, las fibras para fabricar cuerdas y cestos, y las palmas como material de construcción, con el que también se fabrican muchos utensilios de uso cotidiano. Por eso los agricultores llaman al enset "su alimento, su cama, su casa, su forraje y su plato".