PUEBLO KATARA

El proyecto Katara. Nació de una idea: crear un pueblo cultural y lúdico, abierto a todas las artes. Para bautizar un espacio así, hacía falta un nombre que sonara bien. El término "Catara" apareció en los escritos de Ptolomeo en el siglo II d.C., y se convirtió en Katara entre los cartógrafos franceses. ¡Adoptado! Katara, subtitulado "el valle de las culturas", aunque es una superficie muy plana. Las personas que idearon este proyecto dieron la vuelta al mundo diez veces en un First y volvieron con la idea de que una playa con restaurantes y algunos puntos de interés cultural era una buena manera de acelerar el desarrollo del turismo y la industria del ocio. El poder del arte, factor enzimático de la transubstanciación del petróleo-gas en inteligencia social y cultural, en el origen de esta "economía púrpura". Pero aquí la curiosidad cultural se vive con la moda ultra seca y las mangas largas para las señoras. El resultado es un lugar bastante grande, construido en torno a un paseo marítimo y una playa, con vida sólo por la noche y los fines de semana, el pueblo de Katara, con sus pequeñas calles que parecen decoradas con cartón, y un centro comercial de lujo, el Katara Plaza, donde se encuentra el metro. Los carros de golf gratuitos nos llevan de un extremo a otro.

El paseo marítimo y la playa. En este momento hace mucho calor en el paseo marítimo, que es tan plano como una playa de Languedoc, bordeado por un teatro de proporciones Mussolini, con un paseo marítimo igualmente sobredimensionado. La playa pública está equipada con hinchables y planeadores de última generación, tumbonas, cabañas de paja, bares de shisha, etc. Hay que venir a Katara los fines de semana, ya que durante el día está desierta. Es necesario llevar burkini o ropa en la playa, aquí no se puede tomar el sol Es realmente un "parque de ocio" familiar.

Bares y restaurantes. Un poco más atrás del paseo marítimo, se encuentran las terrazas de los restaurantes, como la famosa lonja de Lwzaar, donde se pesan los pobres mariscos delante de uno antes de ser hervidos. A continuación, se encuentra el gran anfiteatro en un lado y una enorme escalera iluminada por la noche que lleva al restaurante Boho Social en la parte superior.

La aldea cultural. Te pierdes en las calles residenciales donde hay algunas tiendas, una agradable sombra, galerías de arte, como la Fundación Aldea Cultural Katara que tiene dos modestas salas. En realidad, no se ve mucha gente aquí, incluso está desierta durante el día. No te pierdas la mezquita (Masjid de Katara) y la Mezquita Dorada.

Planetario Al Thuraya. En el corazón del pueblo de Katara, este planetario ofrece gratuitamente películas documentales en 3D o 4D sobre astronomía y el universo, así como sesiones para niños, todo ello en árabe con subtítulos en inglés. Las sesiones son gratuitas, con reserva. Un pequeño museo en la entrada sumerge al visitante en la atmósfera cósmica.

El Katara Plaza, al estilo de una monumental locura franco-italiana, ha abierto junto al Katara Village. Alberga, entre otras, las Galerías Lafayette, de tres plantas, cuyas letras se exhiben bajo la enorme cúpula de cobre del edificio. Con una superficie de 38.000^m2, está centrado en una amplia calle, la 21 High-Street, y cuenta con cerca de 40 tiendas que abrirán sus puertas en 2022, entre ellas muchas marcas de lujo. También alberga un spa Evian, el otro Frenchie instalado aquí. Se encuentra junto al futuro Instituto de Cine, que aún está en construcción.