Guía de viaje Parque Nacional Yasuni

Este parque nacional de 10.227 km2, que ocupa zonas de selva tropical, contiene una de las mayores diversidades biológicas del mundo. Desde el río Napo, se puede navegar en canoa porlas aguas negras y adentrarse en los manglares. La espesura del bosque es un mirador único para ver monos araña, pájaros tejedores amarillos y negros, la oropéndola, un gran pájaro de cresta marrón, tucanes, martines pescadores, nutrias e incluso discretos jaguares. También ofrece un verdadero espectáculo sonoro, con los sonidos incesantes de la selva, de día y de noche. Las zonas de tierra firme, situadas por encima del nivel del agua, permiten explorar la selva con mayor profundidad, conocer las distintas variedades de insectos, plantas y árboles gigantes, y a los lugareños que viven cerca del río. Reconocido por los científicos como una de las mayores reservas de biodiversidad del mundo, el Parque Natural Yasuní alberga más de 640 variedades de árboles. El parque ha sido declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. También es la patria del pueblo huaorani, auténticos guerreros que viven en autosuficiencia. Permanecieron en relativo aislamiento hasta principios del siglo pasado.El Parque Yasuní es un baluarte contra las petroleras que han obtenido concesiones para operar en el norte del Coca, pero la región sigue amenazada por la extracción de petróleo, que sigue expandiéndose y acercándose a zonas protegidas por la ley. Diversas asociaciones y representantes del pueblo huaorani luchan incansablemente para que la búsqueda del oro negro no suponga el fin de la biodiversidad, como ocurre en demasiadas zonas paradisíacas del planeta. Desde hace más de 20 años, los sucesivos gobiernos no han conseguido ayudas internacionales para compensar la pérdida de beneficios de una explotación petrolífera aún más intensa, que podría ser devastadora para el planeta.Un referéndum salvador - Afortunadamente para el Yasuní, el pueblo ecuatoriano, al que se pidió que votara sobre si las petroleras debían o no seguir explotando la zona durante las elecciones presidenciales de agosto de 2023, votó en más de un 59% en contra de la continuación de estas actividades. Todas las operaciones petroleras y mineras deben cesar a más tardar el 31 de diciembre de 2024. Se trata de una victoria para las comunidades indígenas, que llevan varios años impulsando con fuerza este proyecto de referéndum.