TAJ EXOTICA RESORT & SPA
Este hotel emana aromas orientales que le encajan a la perfección. Inaugurado en 2002 y renovado en 2006, este trozo de paraíso dorado y verde nos obliga una vez más a utilizar el concepto baudelaireiano de lujo, calma y placer. Las 62 villas con techo de palma dan al mar; el 90 % de ellas sobre pilotes, el resto en la playa. Reinan los típicos materiales naturales y la decoración étnica, con esteras trenzadas, maderas preciosas, mármoles raros..., que convierten las habitaciones en nidos de lujo refinado. Todos los baños disponen de bañera con una vista majestuosa a la laguna. Las cuatro villas Deluxe Beach son un flechazo a primera vista, con magníficas terrazas de teca. Equipadas con piscina, hamaca, sofá cama y la sombra de la vegetación que las rodea, invitan a perderse en el lujo frente al infinito azul turquesa.
Se come de maravilla en los seis restaurantes del Taj Exotica, donde los amantes de la gastronomía más exigentes quedarán encantados. Especialmente en el 24 Degrees, que ofrece la posibilidad de comer en la playa y que basa su cocina en los sabores continentales y asiáticos. Mientras, el Deep End sirve una excelente y delicada cocina mediterránea centrada en el marisco. La revista de viajes de lujo Condé Nast Traveller suele incluirlo como uno de los mejores restaurantes de las Maldivas. Por la noche reina un ambiente romántico que invita acercarse, especialmente si viaja en pareja. Si lo que quiere es tomar un cóctel mientras ve el atardecer, tiene que ir al Ecuador y dejarse mecer por la suave música ambiental. Si lo que desea es una velada a solas, ya sea bajo el sol o a la luz de la luna, pueden organizarle comidas románticas en cualquier lugar de la isla, que ofrece muchos lugares tranquilos. Las parejas no acaban de decantarse por el Taj Exotica, con todo lo que ofrece.