Situada a 36 kilómetros, Progreso es a la vez el puerto y la playa de Mérida. Los fines de semana, la población de Mérida acude a este balneario que durante la semana se convierte en una ciudad fantasma. El agua, de un verde irreal, se tiñe de una gama de tonos azules cuando la arena se ve alterada por el encuentro de las aguas del Mar Caribe y el Golfo de México. Progreso se construyó hacia 1870 para sustituir a Sisal, el antiguo puerto de Mérida. La pendiente de la tierra al mar es tan suave que hubo que construir un muelle de 5 kilómetros para permitir el atraque de grandes barcos y cruceros. Progreso no merece una excursión de un día, pero es agradable comer o cenar allí y pasear por el malecón y su playa. Después del calor sofocante de Mérida, la brisa marina es un lujo bienvenido. Al otro lado de la ría está Yucalpetén, que algunos meridanos prefieren. Allí se han construido muchas villas. Sin embargo, este destino no es de gran interés para los extranjeros. La playa de Progreso ofrece un ambiente mucho más agradable. Frente a la costa, a 30 kilómetros, se encuentran los magníficos arrecifes semidesérticos de Alacranes, recomendados para el buceo.

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Fotos e imágenes Progreso

Dans les rues de Progreso. Marko Razpotnik Sest - Shutterstock.com
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