SANTUARIO DE SANTA CATERINA DEL SASSO
Uno de los lugares más evocadores del Lago Mayor, suspendido en un acantilado.
Construido entre los siglos XII y XIII y ampliado en los siglos siguientes, el santuario de Santa Caterina del Sasso, obra maestra de la elegancia y la ingeniería, es uno de los lugares más evocadores del lago Mayor. Situado en la orilla occidental del lago, en el lado lombardo, se puede llegar por carretera bajando una larga y empinada escalera (¡275 escalones!), o en barco (que sigue siendo la mejor forma de acercarse), desde los embarcaderos de Stresa y Verbania, en el Piamonte, o de Laveno y Angera, en Lombardía. Esta fascinante construcción, suspendida de un acantilado, perdida en medio del lago, parece desafiar las leyes de la gravedad. Una obra increíble para la época, cuando el comerciante Alberto Besozzi, que sobrevivió a un naufragio tras una tormenta en el lago, se comprometió a construirla. Más tarde se estableció allí con una pequeña comunidad de dominicos. Tomando el camino que da a las aguas del lago, se llega a la sala capitular. Es de arquitectura gótica típica lombarda y está decorada con frescos que datan del siglo XIV al XVII. Antiguo refectorio del monasterio, es la parte más antigua. Obsérvese la chimenea de mármol de dos tonos con el emblema de la orden carmelita. A continuación, atravesamos una terraza para llegar a la iglesia, decorada con hermosos frescos del siglo XVI, y a la capilla que conserva las reliquias de Alberto Besozzi, ya santificado. Estos restos han escapado milagrosamente a la descomposición...