Un parque con acceso para sillas de ruedas, que también ofrece a los visitantes sordos y con problemas de visión
Cada año, el zoo de La Palmyre recibe a más de 600.000 visitantes. Esta historia de éxito comenzó con Claude Caillé, un hombre apasionado por los animales, que instaló su parque en La Palmyre, en un magnífico emplazamiento en el corazón de un pinar marítimo. En Semana Santa de 1966, el zoo abrió sus puertas por primera vez, con 60 animales repartidos en 3 hectáreas. A partir de entonces, la familia Caillé adopta un estilo de vida totalmente dedicado a los animales. Año tras año, el zoo creció y creció... Hoy, tras 55 años de existencia, el parque cuenta con 55 empleados fijos, entre ellos unos cuarenta cuidadores de animales y dos veterinarios.
Elefantes asiáticos, orangutanes, gorilas, lémures, titíes, nutrias gigantes, jirafas, hipopótamos, rinocerontes, cebras, flamencos chilenos, ibis, cálaos... en total, el zoo cuenta con casi 110 especies. Desempeña un papel activo en la protección de especies amenazadas participando en más de 60 Programas Europeos de Cría Ex-situ (EEP) y apoyando a varias organizaciones de base que trabajan en el corazón de ecosistemas naturales frágiles. El fondo de dotación del zoo, Palmyra Conservation, establece colaboraciones a largo plazo con programas destinados a proteger animales cuya supervivencia está directamente amenazada por la destrucción de su hábitat, la caza furtiva, el tráfico para el comercio ilegal, la contaminación o la expansión de las actividades humanas. La colaboración puede consistir en asignar una subvención anual, prestar apoyo técnico o logístico, financiar la compra de equipos o crear medios de comunicación para concienciar a las poblaciones locales de la necesidad de preservar su biodiversidad y su medio ambiente. Palmyre Conservation, el fondo de dotación del zoo de Palmyre, financia actualmente una veintena de organizaciones en todo el mundo. Entre ellas, el programa Hutan en Borneo, que preserva orangutanes y elefantes, la asociación J.A.C.K en la República Democrática del Congo, que acoge y rehabilita chimpancés víctimas del tráfico, la asociación Helpsimus en Madagascar, que preserva el gran hapalemur (¡uno de los lémures más raros del mundo!) y el Proyecto Titi, que protege al tití pellizcado, un pequeño primate colombiano clasificado en peligro crítico. Ante los retos medioambientales actuales y la erosión acelerada de la biodiversidad, el fondo de dotación Palmyre Conservation intensifica y amplía sus esfuerzos para proteger la fauna y los ecosistemas amenazados en Francia y en todo el mundo.
Der Preis ist gehoben, ist aber noch ok.
Leider sind die Gehege sehr klein, die Tiere wirken teilweise gestört (z. B. Der Elefant, der auf der Stelle steht und die ganze Zeit den Kopf hin und her wackelt oder die Löwen).