EL TEMPLO DE AMON
Cómo llegar y contactar
Al este, al pie de una colina, los restos de un vasto templo d'Amon, de unos cien metros de largo, emergen de las arenas. Los visitantes reciben dos hileras de estatuas de buey, simboliza Amon, al estilo de los templos del djebel Barkal y sobre todo de Karnak. Las dos salas hisposas son las mejor preservadas de todo Sudán. En el fondo, en el santuario, se ha reconstituido la estela dedicada al dios-bebedero, erigida por Natakamani y su esposa, soberanos de Meroé en el siglo I de nuestra era. Al volver, verás, en la alineación del pasillos y de las columnas, una colina a lo lejos. Se supone que detrás de esta colina se puede tomar el sol en el solsticio de verano. Amon, representado por los nubienes, también está simbolizado por el sol. Es el equivalente de Ra de los egipcios. Al pasear por las orillas, encontrarás trazas de estuco e incluso de pintura, protegidas durante siglos por la arena caliente de lo que fue la isla de Meré…