Los mejores alojamientos Meknès

El Ibis Moussafir Meknès está situado entre la medina y el centro de la ciudad, a cinco minutos a pie de la estación de tren. También está cerca de los numerosos puntos de interés turísticos de la ciudad, como la tumba del sultán Mulay Ismaíl, la puerta Bab al Mansour, el gran estanque Séhrij Souani o el museo Dar Jamaï. Sus 104 habitaciones, con vistas a la piscina privada o a los jardines, disponen de todas las comodidades modernas para garantizar una estancia agradable. El Ibis de Mequinez es un hotel vanguardista y respetuoso con el medio ambiente. Fue el primer establecimiento de la marca en disponer de energía solar y de una depuradora.

Difícilmente se puede encontrar un ambiente más íntimo que el del riad Filalia. Situado en el corazón de la medina, sólo dispone de cuatro habitaciones monísimas. Las zonas comunes están bien decoradas, sin estar recargadas. El trato es encantador, se sentirá como en casa enseguida.

El Collier de la Colombe, bien conocido por su restaurante, se encuentra a 5 minutos de Bab Mansour y ofrece 3 suites y 2 habitaciones elegantes y cómodas. Ropa de cama de calidad y terraza panorámica en algunas suites. El riad está bien situado y garantiza unas buenas prestaciones. Un buen establecimiento.

¡Por fin una pensión a un precio asequible! Evidentemente, está un poco menos cuidada que los concurrentes más caros, pero es muy mono, está decorado con gusto y, por lo tanto, suficiente de sobras para pasar una estancia muy agradable. Además, el trato es irreprochable. Cuente con 120 Dh para la cena completa.

Este riad, llevado por Evelyne y Gérald, se distingue de los demás por su estilo refinado. Todo de blanco, el establecimiento tiene unas bonitas habitaciones con cómodas camas. Algunas de ellas disponen de sala de estar y de un balcón o una terraza. Excelente trato del personal. Un buen establecimiento con precios reducidos.

Fátima, francesa de origen marroquí e instalada desde hace muchos años en Mequinez, le reserva una acogida de lo más agradable. El riad muestra una decoración auténtica y original, ¡con el color como protagonista! El patio de la entrada es un espacio agradable; en la primera planta, las habitaciones son espaciosas y bastante distintas las unas de las otras, especialmente a nivel de distribución. Las familias pueden elegir la gran suite con camas supletorias, y las parejas preferirán la habitación situada en la terraza, con tonos azules de Chauen y con vistas a los minaretes. El personal es muy atento. ¡Un lugar a descubrir!