Los mejores alojamientos Diegosuárez – Antsiranana

¿Quién no ha soñado alguna vez con pasar una noche de ensueño en una casa construida en un árbol? Jungle Park, empresa que no podría haber escogido un nombre mejor, ofrece nueve bungalós de madera perfectamente integrados en el entorno salvaje. También cuentan con un campamento, opción más económica para presupuestos más ajustados. Las tiendas de campaña, el bar, la cocina, los aseos y las duchas se ubican también en un entorno muy natural y acogedor. Finalmente, tiene la opción de reservar en las lujosas «casas ecológicas», unas recientes construcciones que se agrupan en el Jungle Lodge y construidas alrededor de una piscina natural con un estilo muy particular. Sin duda, pasar una noche aquí ya merece la excursión. El Jungle Spa, que está justo al lado, ofrece masajes, baño turco, pedicuras e incluso baños de barro. El lugar está gestionado por el dinámico equipo New Sea Roc, que también organiza una gran variedad de actividades al aire libre. El complejo ha adoptado una filosofía de desarrollo sostenible con el pueblo vecino (abastecimiento de agua, escuela, etc.). Un alojamiento a tener muy en cuenta en todos los sentidos, no dude en comprobarlo. Cabe mencionar que New Sea Roc gestiona además el Camp Corail de Nosy Hara, también un gran hallazgo.

Bonito emplazamiento en la carretera de Ramena. Los bungalows, agradables e íntimos, disponen de una pequeña terraza privada. La bonita piscina de agua salada, con su vista panorámica del pan de azúcar de la bahía de Diego, flanqueada por su pequeña cascada, es una baza considerable. Hay una pequeña zona de bar (pruebe el delicioso mojito de albahaca), un spa acogedor y relajante, una tienda de artesanía, además del restaurante La Fleur de Sel, que ofrece cocina de calidad. Está prevista una zona de lectura y TV junto a la piscina. Didier se ha hecho cargo de esta dirección, apreciada por los viajeros.

Bonita pensión que domina el mar (pequeña playa más abajo) con unas vistas impresionantes de la bahía. Juvet propone excursiones clásicas en la bahía, pero también salidas de pesca (es pescador) y billacs. Ambiente agradable y las habitaciones son muy correctas para el precio. Muy buena acogida de todo el equipo.

Esta inusual e imponente construcción, levantada en pleno corazón de la calle Colbert, se ha convertido, desde su apertura en el año 2006, en punto de referencia importante para turistas y gente de negocios de paso por la ciudad. El conjunto, francamente elegante, está muy bien conservado gracias al excelente trabajo que está realizando Daniel, el director del hotel. Siempre está disponible y es muy atento con sus huéspedes. Las habitaciones son muy espaciosas y las suites cuentan con todas las comodidades que pueda ofrecer cualquier hotel internacional de tres estrellas. Las habitaciones que están junto a la piscina se consideran mejores por ser más tranquilas. Le encantará desayunar (aproveche para degustar la excelente repostería de la región que ofrece el hotel) o, sencillamente, tomar un cóctel en la terraza que da directamente a la calle, desde donde podrá captar la actividad de la ciudad. La piscina principal, muy bonita, está flanqueada por varias piscinas más pequeñas en la parte posterior. Cuentan con bar, servicio de tentempiés y un restaurante de bastante calidad que dirige el chef Jackson, discípulo del chef Escoffier. El pequeño spa, con un auténtico baño turco, ofrece reparadores masajes. En las proximidades del hotel se localizan todos los bares, restaurantes y discotecas de la ciudad. Evasion Sans Frontière, el proveedor de servicios afiliado, ofrece multitud de excursiones. En definitiva, este encantador establecimiento, de cierto aire retro, se ha consolidado como una institución local.

Excelente propuesta de alojamiento en todos los sentidos: en cualquiera de las 33  habitaciones, todas ellas confortables, con baño privado, agua caliente y ventilador o aire acondicionado, el tema de la decoración está especialmente bien cuidado. Disponen de habitaciones individuales para quienes viajan solos. El equipo, dirigido por Marco, Flavio y Henintsoa, está particularmente implicado en la vida cultural local y organiza regularmente conciertos, exposiciones, talleres para niños y proyecciones de películas educativas y de ocio, en colaboración con la Alianza Francesa y la Asociación Humanitaria y Cultural de Kilonga. También ofrecen excursiones temáticas bajo reserva. En resumen, están directamente involucrados en la vida del barrio, muy pintoresco y situado muy cerca del mercado, a solo quince minutos a pie de la famosa calle Colbert. Lo más destacado es, sin duda, la planta superior, donde se ubican un bar, un restaurante lounge y una terraza espectacular que ofrece una vista panorámica de 360 grados sobre toda la ciudad. Un lugar absolutamente recomendable porque es un mirador como ningún otro, perfecto para tomar increíbles fotografías en un ambiente muy agradable.

Las habitaciones son limpias, con instalaciones sanitarias privadas (agua caliente solar) y caja fuerte. Están bien cuidadas y son funcionales. Hay un pequeño patio muy agradable (con una sala de estar) en la parte trasera donde se puede desayunar (y navegar por Internet). No hay restaurante (se pueden pedir pizzas a domicilio), pero sí una zona de aperitivos. Una buena dirección a un precio razonable. En el momento de nuestra visita, Alain, el gerente, había llevado a cabo algunas reformas y nuevos accesorios. Esta encantadora villa colonial ha cobrado nueva vida.

A un paso del centro de la ciudad y muy cerca del puerto, en el corazón de uno de los barrios más interesantes de Antsiranana, este establecimiento ha sido objeto de una reciente renovación y ahora muestra colores alegres y vibrantes. Las ochenta amplias habitaciones y suites con las que cuenta son funcionales y confortables (baño privado, aire acondicionado, TV vía satélite, minibar, wifi), y la mayoría tienen vistas al mar o al puerto. Dadas las comodidades que ofrecen, el precio es realmente atractivo. Siempre con ideas para mejorar el hotel, la directora, Mélisa, asegura un servicio en todo momento impecable. La sala que ocupa el restaurante es amplia, espaciosa y abierta al exterior; además, ofrece espectáculos musicales por las tardes y para la celebración de banquetes. El hotel organiza y ofrece una amplia gama de excursiones.

Segundo Hôtel de la Poste. Inaugurado en 2017 muy cerca del anterior, y gestionado por la misma oficina central, este nuevo establecimiento de varias plantas cuenta con treinta y cinco suites, todas ellas con grandes terrazas que ofrecen vistas a la bahía de Antsiranana. El conjunto es moderno y espacioso, y está decorado con mucho mimo. Las proporciones de la piscina son muy generosas: 23 metros de largo por ocho de ancho. También disponen de un restaurante-bar, un centro de belleza con gimnasio y salas de masajes, una tienda de artesanía y una sala de conferencias. Traslado gratuito desde el aeropuerto y alquiler de vehículos.

Excelente relación calidad-precio. El establecimiento es limpio, funcional y bien estructurado. Las habitaciones con terraza ofrecen unas magníficas vistas al mar. Todos estos detalles le dejarán un muy buen recuerdo del establecimiento, más aún gracias al excelente trato que le brindará Yves. Él y su equipo son muy amables.

Las venas de Yann y Ronan son amables y sobrias. Dos hermanos alineados con sus esposas malgaches, auténticos cordones azules (¡probar el pollo-coco!). Los 6 bungalows se colocan en medio de un exuberante jardín. Desde algunas terrazas y en el nivel del comedor exterior se ve más abajo la bahía de Diégo (Nosy Lonjo) y el pan de Azúcar. Las habitaciones son coquetas, íntimos y cómodas, con aire acondicionado, caja fuerte, cuarto de baño con ducha y wc. La estructura está muy bien equipada con una pequeña terraza privada tranquila y con sombra. A bordo de sus 4 x 4 o de un van más rock'n roll, los dos hermanos organizan los paseos clásicos y algunos otros rincones que afectarán… una bonita manera de descubrir la zona con gente del crudo. Transferencia para Nosy Be entendida. La cocina está a base de productos frescos y del mercado del día.

Sin duda el establecimiento con una mejor relación calidad-precio en Antsiranana. Se trata de un hotel moderno y céntrico, decorado con mucho amor por la siempre dulce Fanja. Dispone de seis habitaciones dobles con caja fuerte, minibar y aire acondicionado, y de cuatro estudios triples con caja fuerte y cocina americana. Las habitaciones tienen aseos privados con agua caliente y televisión vía satélite. Por el precio que tienen, y dada la excelente ubicación, no dude en reservar ya. Todas son cómodas, cálidas, llenas de color, bien cuidadas y estructuradas a lo largo de una terraza muy bonita, repleta de plantas, donde podrá tomarse un zumo de fruta fresca con muchas vitaminas. Justo al lado, también gestionado por este hotel, hay un pequeño centro de belleza (Homéopharma) que ofrece masajes, peelings, tratamientos faciales, manicuras, depilaciones... a precios muy bajos. Si tiene la oportunidad, reserve alguna habitación con logia privada hacia la calle, pues se convertirá en espectador de lujo del ritmo vital de la ciudad. Cocina común equipada y servicio de habitaciones a disposición de todos los huéspedes. Felicidades a Fanja y a André por su establecimiento. Sin duda, un hotel a tener muy en cuenta.

Las habitaciones disponen de aire acondicionado, minibar y TV. Podrás comer una pizza cocida con fuego de madera o un plato de marisco. Hay excursiones en la región.

Un hotel moderno y céntrico, en una calle tranquila a dos pasos de la calle Colbert, con 34 habitaciones (3 suites de lujo) con un confort muy apreciable: muebles de palisandro, aire acondicionado, caja fuerte, televisión por satélite, teléfono, salud privada (agua caliente). Decoración minimalista, pero evita las sorpresas equivocadas. La recepción es sonriente y eficaz. Se ofrecen excursiones en 4 x 4 y traslados de/a Ankify. Por el precio mostrado, honestamente,¡no hay mucho que criticar!

Tras la muerte de la senadora en 2011, la avenida se rebautiza Princesa Fatima Achimo. Justo enfrente del mercado, en un barrio popular, un conjunto correcto para el precio (sobre todo las habitaciones que dan a la calle, aunque ruidosa temprano por la mañana). Un asunto familiar (originario de Diego) abierto desde 1990, un lugar sencillo, una decoración no muy sexy pero a ese precio difícil de quejarse. En nuestro paso la fachada estaba en obras, para mejorar el confort de los clientes, Eric el propietario instaló dos acristalamiento y una mosquitera en las habitaciones. El hotel dispone de un grupo electrogeno para anticipar los cortes y un surtido de agua para la ducha. El desayuno se sirve en la sala del restaurante situado en el primer nivel, este último abre al mediodía y por la noche al público, el chef malgache propone una cocina chino-gasy-europea. Para encontrarse en un ambiente bien "gasy".

Hotel pequeño, situado a sólo cinco minutos a pie de la calle Colbert. Las habitaciones son sencillas y limpias. Bonitas vistas al mar desde la terraza y el espacio restaurante, un lujo para los ceros. En el plato, la cocina es buena y es un poco justa. Los propietarios (Jacques y Josiane) son acogedores y preventivos. Una buena etapa en tránsito.