ZONA ARQUEOLÓGICA DE TEOTIHUACÁN

En la época clásica, la inmensa ciudad de Teotihuacán se extendió por gran parte de la meseta mexicana, imponiendo una influencia religiosa y cultural aún más lejana y duradera: hacia el Golfo de México (totonacas), el estado de Oaxaca (zapotecas) y el sur (mayas de Palenque, Tikal y hasta Copán, en Honduras). Cuando los aztecas descubrieron las ruinas de esta ciudad, creyeron que Teotihuacán había sido construida por una raza de gigantes en la época del primer sol. Por ello, la llamaban "la ciudad de los dioses", e incluso se sabe que se reunían allí para realizar rituales y ceremonias religiosas.

Este yacimiento prehispánico es uno de los más explorados de Mesoamérica. Las investigaciones y descubrimientos siguen aportando su cuota de revelaciones a lo largo de los años. En el siglo ^XVIII, las primeras excavaciones y exploraciones se centraron en el edificio adosado a la Píramide de la Luna. A finales del^siglo XIX, las excavaciones llevadas a cabo por don Leopoldo Batres se centraron en los edificios adyacentes a la Calzada de Los Muertos, donde descubrió frescos y esculturas. En 1905, bajo los auspicios de Porfirio Díaz, se centró en la Píramide del Sol para conmemorar el centenario de la independencia del país. Pocos años después, se celebró la inauguración de la primera zona arqueológica del país, que se convertiría también en su símbolo cultural e histórico internacional. Desde la década de 1960, el yacimiento se ha explorado de forma sistemática y continua. En 1987, Teotihuacán se convirtió en el primer yacimiento del país declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En 2003, el arqueólogo Sergio Gómez dio con el túnel en la Serpiente Emplumada, el descubrimiento más importante de las excavaciones contemporáneas.

La zona abierta al público tiene una extensión de 264 hectáreas, flanqueada por un circuito pavimentado que la rodea. El corazón de la ciudad incluye la Ciudadela y el Templo de la Serpiente Emplumada, la Calzada de los Muertos y los complejos residenciales que la bordean, las Pirámides del Sol y de la Luna, el Palacio de Quetzalpapálotl y cuatro complejos en los que se han encontrado pinturas murales. Mucha gente desconoce que también es posible visitar la parte subterránea del yacimiento hablando con un guía oficial a la entrada del parque.

Hay que tener en cuenta que la antigua ciudad está situada en un vasto terreno donde hay muy poca sombra. Será necesario llevar algo para protegerse del sol abrasador a cualquier hora del día.