Qué ver y hacer Pejë - Peć (Пећ)

Con sus iglesias de paredes rojas que contrastan con el verde de las colinas circundantes, el Monasterio Patriarcal de Peć (Манастир Пећка патријаршија/Manastir Pećka patrijaršija, Manastiri Patriarkal i Pejës) marca la entrada al desfiladero de Rugova. Fundado por San Sava en torno a 1330 y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2006, este complejo ortodoxo serbio de 3 hectáreas es, por su importancia histórica, uno de los lugares religiosos más valiosos de Europa. Importante centro de la cultura serbia, contiene algunos de los frescos medievales más ricos de los Balcanes. Ocupado hoy por una veintena de monjas que siguen el calendario juliano y el Código de San Sava, el monasterio alberga las tumbas de los primates ortodoxos serbios, el árbol más antiguo de Kosovo, las ruinas de antiguos edificios monásticos y, sobre todo, cuatro iglesias y un nártex contiguos, que forman un conjunto eclesiástico casi sin parangón en la historia de la arquitectura cristiana.

Complejo eclesiástico. Construido entre los siglos XIII y XIV, el corazón del monasterio de Peć consta de cuatro iglesias contiguas y un nártex monumental. Un recorrido siguiendo la cronología de los edificios y sus frescos es casi imposible, ya que las épocas están muy entrelazadas. Proponemos el siguiente recorrido

:1 - Nártex. Añadido hacia 1330 y remodelado dos siglos después, este pórtico monumental une tres de las cuatro iglesias y constituye el "vestíbulo".
2 - Iglesia de los Santos Apóstoles. Es la más antigua de las iglesias y la catholicon (iglesia principal) del monasterio. Data de 1230-1240 y se encuentra en el centro del complejo.
3 - Iglesia de San Demetrio. Situada al norte (izquierda) de la Iglesia de los Santos Apóstoles, fue terminada en 1324.
4 - Iglesia de la Madre de Dios-Hodegetria. Situado al sur (a la derecha) de la iglesia de los Santos Apóstoles, fue construido casi al mismo tiempo que el nártex (años 1330).
5 - Capilla de San Nicolás. Es significativamente más pequeña que las otras iglesias, también es la única que no está conectada al nártex y la única que no tiene cúpula. Construido al mismo tiempo que el nártex y la iglesia de la Madre de Dios, está adosado al muro sur de esta última.

Una rareza arquitectónica.

Desde el aire, el complejo eclesiástico da la impresión de ser una sola iglesia con tres cúpulas. Se trata de un ejemplo casi único en la historia de la arquitectura cristiana. El único monumento que se le acerca es el Monasterio del Pantocrátor (siglo XII) en Constantinopla/Estambul. La comparación con los grandes edificios bizantinos estaba constantemente en la mente de los mecenas del complejo Peć. Para los primados y gobernantes serbios, se trataba de afirmar la existencia de un patriarcado autocéfalo, es decir, independiente del de Constantinopla. Esta voluntad se manifiesta en la arquitectura de los edificios, marcada por dos corrientes artísticas locales (la escuela de Raška y luego la escuela serbobizantina), en las inscripciones, ya no escritas en griego sino en eslavo antiguo (antecesor de la actual lengua serbocroata) y, sobre todo, en los frescos.

Frescos. Se pintaron todas las superficies interiores del nártex y de las cuatro iglesias. Los frescos datan principalmente de los siglos XIII-XIV y XVI-XVII, y están especialmente bien conservados, con algunas excepciones. Combinando técnicas de aplicación de pigmentos sobre yeso húmedo (affresco) o seco ( a secco)

, los pintores produjeron obras de gran variedad, tanto por sus cualidades artísticas como por los temas tratados. Influidos en gran medida por la iconografía bizantina, también trataron de romper con esta herencia creando temas raros o nuevos. Así, la serie de retratos de santos serbios creada aquí se ha convertido en un estándar para todas las iglesias ortodoxas serbias. Los frescos de los cinco edificios, creados en distintas épocas, también reflejan la evolución artística y política de los Balcanes, incorporando incluso elementos de la cultura otomana, el Renacimiento italiano y la iconografía rusa. Concebidas en el contexto de una sociedad mayoritariamente analfabeta, estas obras pueden leerse hoy como un enorme cómic que narra la vida, los mitos y las esperanzas del hombre medieval.

Paredes rojas.

En 2006, todas las paredes exteriores de las iglesias y parte del nártex se pintaron de rojo ladrillo (u ocre). Este color evoca las primeras iglesias bizantinas construidas en ladrillo y simboliza la sangre de Cristo. Para el patriarcado serbio, que encargó la operación, se trataba de imitar el color del catolicón del monasterio de Žiča (Serbia), que a su vez retoma el rojo tradicional de algunos monasterios del Monte Athos (Grecia). La intervención ha provocado fuertes críticas de muchos historiadores del arte por distorsionar el aspecto original del complejo. De hecho, los muros exteriores se diseñaron para estar en blanco o con frescos.

Visita. Tres cosas que hay que saber. El monasterio está bajo protección policial y hay que dejar una identificación en el puesto de seguridad. Existe una audioguía en francés (2 euros). La tienda del monasterio vende miel, vino de Velika Hoča e iconos y raki elaborados por las monjas.

La visita al Monasterio Patriarcal de Peć merece la pena sobre todo por su complejo eclesiástico (iglesias y nártex). Sin embargo, es posible recorrer la mayor parte del recinto de 3 hectáreas y descubrir las huellas de una larga historia. El monasterio está rodeado de poderosas murallas de la Edad Media. En aquella época, el lugar también estaba defendido por cuatro torres y una torre del homenaje, que ahora han desaparecido. Durante la época otomana, los habitantes albaneses de las aldeas vecinas nombraron voivodas (guardianes) para proteger a los monjes, de acuerdo con el higoumen (abad). Así, una casa de los voivodas sigue en pie en el exterior, en la orilla norte de la Pećka Bistrica. En el interior del monasterio, una vez que se atraviesa la gran puerta de madera, se encuentran algunas ruinas. Se trata de los cimientos de los edificios conventuales destruidos por un incendio accidental en 1940 (antes de la ocupación ítalo-albanesa de 1941-1943): una panadería, un refectorio y una casa de huéspedes de la Edad Media, las celdas de los monjes, dos cocinas, un molino de agua, un ático y un establo del siglo XVIII. Las excavaciones realizadas en la década de 1960 también revelaron la presencia de otros edificios antiguos al norte y al este.

El tesoro: guardado, pero inaccesible. A la derecha de la entrada, el campanario alberga las campanas del monasterio. Esta torre tiene unos 15 m de altura y es de estilo serbio-bizantino, pero data de 1970. Desde 2007 se han añadido dos edificios cercanos: la tienda y una casa de huéspedes. Las ruinas del antiguo campanario (siglo XIV), destruido en 1940, son visibles frente al nártex. La parte noroeste está dominada por edificios conventuales modernos de los años 80 y 90. Se levantan en el emplazamiento de los antiguos edificios del convento, que fueron destruidos por un incendio provocado por los nacionalistas albaneses en la noche del 15 al 16 de marzo de 1981. El ataque a las iglesias provocó la pérdida de la residencia del patriarca, el refectorio de las monjas, la enfermería, los talleres y el tesoro del monasterio. No hubo víctimas, pero muchos documentos y objetos litúrgicos se perdieron en las llamas. Sin embargo, se pudo salvar gran parte del tesoro acumulado desde el siglo XIII, incluidos los iconos. El tesoro permanece in situ, sólo mostrado a invitados distinguidos. Por último, las tumbas de los monjes que han vivido aquí durante siete siglos son visibles en todo el complejo. Están junto a las de las monjas que ocupan el monasterio desde los años 50.

El centro de la ciudad (Qendra e qytetit, Centar Grada) se extiende por una pequeña zona a ambos lados del río Pećka Bistrica (Lumbardhi i Pejës). La parte más animada se encuentra en la orilla norte, a lo largo del korso (o korza), un paseo típico de las antiguas ciudades yugoslavas, que aquí recibe el nombre de Toni Bleri en honor al ex primer ministro británico (1997-2007). Bordeado de espacios verdes y terrazas de cafés, el korso se extiende durante 800 m hasta el Hotel Dukagjini, que es un excelente punto de referencia. El Hotel Dukagjini es un excelente punto de referencia y conduce a la "Plaza de Peja" (Sheshi i Pejës), donde se encuentran la oficina de turismo y la estatua de la Madre Teresa. Al oeste, el paisaje está dominado por los Alpes albaneses y el desfiladero de Rugova, hacia el que discurre la calle Reina Teuta (Mbretëresha Teutë o carretera M9). En primer plano se encuentra el antiguo ayuntamiento de estilo austriaco, construido en 1929, y junto a él una cúpula y una torre de la época socialista. De hecho, casi todo el distrito fue reconstruido en esa época, al igual que la amplia calle peatonal Adem-Jashari, que corre hacia el norte, bordeada de árboles y restaurantes, hasta la Casa de la Cultura y el pequeño parque de la ciudad. Hacia el este, el korso pasa por la estatua de Shkëlzen Haradinaj, un activista local del ELK que murió en 1999, y hermano del ex primer ministro Ramush Haradinaj (2017-2020). A continuación, todavía caminando por la Pećka Bistrica, el paseo lleva a la plaza Haxhi Zeka, que marca el inicio de la antigua Sharia.