KURJE LHAKHANG

Es uno de los templos más sagrados del reino de Bután. Gurú Rimpoché meditó allí durante tanto tiempo que dejó la huella de su cuerpo en la pared de una cueva.

Según la leyenda, Sindhu Raja, que gobernó el Valle de Bhumthang en el siglo VIII, llamó a Padmasambhava porque los dioses le habían quitado su principio vital. Una vez curado, el rey se convirtió al budismo, que se extendió por todo el valle. El complejo actual es muy importante porque la Reina Madre hizo que se construyera un nuevo templo allí, así como una pared circundante hecha de 108 chörtens blancos.

El primer templo de la derecha sería el más antiguo. Contiene imágenes de los Budas de las tres edades. El segundo, el más venerado, alberga la huella de Padmasambhava. A la derecha del altar, la pared está cubierta de esculturas de estuco que ilustran la vida del precioso maestro. Una segunda sala alberga una estatua monumental de Gurú Rimpoché, orientada al norte como para proteger el país de posibles incursiones tibetanas. El tercer templo, el más reciente, alberga una imagen muy imponente de Padmasambhava.

Al otro lado del puente, enfrente de Kuje Lhakhang, a mitad de camino de la colina, es posible llegar al pequeño Padmasambhava Lhakhang, construido en uno de los lugares de meditación de Padmasambhava.

Entonces es necesario volver a caminar a lo largo del arroyo para llegar a la Gompa de Tamshing. Este templo habría sido fundado en el siglo XVI por el santo Pemalingpa, famoso tertón. Los tertones, descubridores de los manuscritos ocultos, son personajes muy importantes en la historia del lamaísmo porque es en ellos, en cierto modo, donde descansa la evolución de la doctrina. De hecho, el propio Padmasambhava, juzgando que su tiempo no era favorable a la divulgación de ciertos textos, los habría ocultado para que pudieran ser descubiertos a lo largo de los siglos. Así, Pemalingpa, nacido en el siglo XV en el centro de Bután, fue una de las figuras más importantes en la búsqueda de estos tesoros. Este templo contiene pinturas admirables que permiten una mejor comprensión de la iconografía budista. Fuera del recinto están las celdas de los monjes que siguen las enseñanzas de Pemalingpa. Las pinturas de la planta baja, como las del primer piso, pertenecen al linaje de las enseñanzas de Pemalingpa.

El último templo del valle, Konchogsum Lhakhang, está dedicado al Buda Vairocana. Se sabe que alberga los restos de una campana robada en el Tíbet en el siglo VIII, en la que se habían ocultado a los Terma, los famosos manuscritos escondidos por Padmasambhava.