FORTALEZA DE LOUISBOURG SITIO HISTÓRICO

El Sitio Histórico Nacional de la Fortaleza de Louisbourg fue una de las plazas fuertes más importantes del continente americano y la capital de Île Royale (Cabo Bretón) cuando formaba parte de Francia. Hoy es la mayor y más espectacular reconstrucción histórica de Norteamérica. Para captar mejor la atmósfera de 1744, la fortaleza se reconstruyó fuera de la ciudad real, en este emplazamiento frente al mar. Los figurantes (soldados franceses de azul, ingleses de rojo) que se mueven entre los edificios del siglo XVIII dan vida a la fortaleza, haciéndonos revivir sus días de gloria. Más de cincuenta casas están abiertas a los visitantes, entre ellas la residencia del ingeniero, la casa Gannes, la casa Roches y la casa Vallière. Están amueblados como en el siglo XVIII. No hay que perderse una visita al Bastión del Rey: la residencia del gobernador, con sus numerosas habitaciones elegantemente decoradas, los cuarteles de oficiales, los barracones, la prisión y la capilla. En el cuerpo de guardia, hay demostraciones de percusión antes del disparo del cañón y del tiro con fusil. Varias posadas ofrecen comidas inspiradas en recetas del siglo XVIII. Es el caso del Hôtel de la Marine y de Grandchamp, donde podrá comer en un ambiente relajado con sólo una cuchara grande y un cuchillo para compartir con otros huéspedes

Tenga en cuenta que los coches no pueden entrar en la fortaleza. Un autobús lanzadera lleva al yacimiento desde el centro de visitantes.

Actividades. Parks Canada organiza a diario numerosas actividades (programa reducido al principio y al final de la temporada): visita guiada (visita adaptada disponible en carro para personas con movilidad reducida), juego de geocachés, tiro con mosquete, cañón o artillería, baile folclórico para niños, visita guiada a los jardines medicinales, teatro infantil, paseo por la historia, etc. También podrá descubrir el sabor y el aroma del Ron Fortaleza y la historia de esta bebida hecha a base de azúcar (¡cata incluida, por supuesto!), asistir a un castigo público o practicar sus pasos de baile para el gran baile. Desde la fortaleza se puede acceder a varias playas, pero no están vigiladas. A este ya apretado programa se añaden diversos actos especiales a lo largo de la temporada (velada de misterio y asesinato, fin de semana paranormal, Día de Canadá, espectáculo de música celta, iniciación al camping, etc.). En resumen, las posibilidades son numerosas y atraerán a jóvenes y mayores por igual.

Alojamiento. Para hacerse una idea de la vida en el siglo XVIII, ¿por qué no pasar una noche in situ, en el corazón de la fortaleza? Hay dos opciones para vivir una experiencia memorable. La primera es la acampada, para un máximo de cuatro personas en una tienda de campaña de época ya montada. En cuanto al equipamiento, el camping dispone de mantas, linternas, utensilios de cocina, un hornillo de propano y un lugar para hacer hogueras. La segunda, en forma de posada, ofrece más comodidad y puede alojar hasta seis personas en la Casa Rodrigue. Rústico pero bien equipado, cuenta con linternas de época (¡no se necesita electricidad!), utensilios de cocina y un hornillo de propano. Estos alojamientos están disponibles de junio a septiembre previa reserva y no incluyen la entrada al recinto histórico.