Guía de viaje Big Bend National Park

El Parque Nacional de Big Bend es una visita obligada para cualquier amante de las actividades al aire libre que visite Texas. Con unos 320.000 visitantes al año, es el menos visitado de los grandes parques nacionales estadounidenses. En comparación, el Gran Cañón del Colorado atrae a 5 millones. Esta "baja" afluencia tiene varias ventajas para el visitante, entre ellas la sensación de recorrer tierras nuevas y salvajes como un explorador.La"gran curva" se llama así porque está centrada en un recodo del río Grande, en la frontera con México. Es un lugar carismático, que incluye el cañón del Río Grande, encajado en escarpados acantilados, y parte del desierto de Chihuahua. Tiene una extensión de 3242 km2. Es especialmente rico en fósiles terciarios y cuaternarios, así como en vestigios de culturas amerindias, sobre todo la de los comanches. El Río Grande, Río Bravo para los mexicanos, río mítico, tan evocado en los westerns, forma una frontera natural de 1600 km entre Texas y México. El parque cubre 393 km de este tramo (una octava parte). La parte que se adentra en el desierto es especialmente valiosa. Protege 1.200 especies de plantas y unas 490 especies de animales.Las normas del parque son especialmente restrictivas debido a la frontera fuertemente vigilada con México. En concreto, Estados Unidos sólo administra la parte del río determinada en el siglo XIX . Como el río Bravo se ha desplazado hacia el sur, la mayor parte del río fluye ahora por el lado mexicano.Muy bien conservado, Big Bend ofrece a sus visitantes mucha tranquilidad. Sus paisajes, donde se mezclan desierto, cañones y montañas, son realmente soberbios y de una variedad impresionante. Al anochecer, el espectáculo de las estrellas titilando en el firmamento, debido a la ausencia total (o casi) de luz en más de 80 km a la redonda, puede observarse como pocas veces.