PUENTE DE LIANAS DE POUBARA

El paisaje es un poco sorprendente al llegar. La tradición y la modernidad se mezclan muy estrechamente y la vista de la central hidroeléctrica  estropea un poco el paisaje. No espere encontrar un paraje enorme que requiera una visita de un día: el puente de lianas es de Haut-Ogooué, pero el sitio en sí mismo se puede visitar rápidamente y no tiene otro interés que la vista de las cataratas y el cruce del puente.

Una caminata de treinta minutos por el bosque permite admirar las cataratas de Poubara, aguas arriba del puente que hay que cruzar. También puede planear un pícnic en la parte baja del río Ogooué, o simplemente refrescarse en la cabaña turística.

Freddy Omoumba, nieto del creador del puente trepador de Poubara, vive en la zona desde 2001 como conservador del lugar. Fue nombrado por el pueblo, que le confió la tarea de preservar la tradición contribuyendo a la salvaguardia de su patrimonio. Se trata de un patrimonio inmaterial, ya sea por la técnica particular transmitida según normas muy precisas para la construcción de este puente, o por una ceremonia que se repite todos los años con motivo de la inauguración del nuevo puente. En dicha ocasión, los vecinos agradecen al puente viejo los servicios prestados. La reparación del puente de lianas requiere una gran cantidad de trabajo cada año, ya que hay que recoger las 2400 cepas de 52 m de longitud necesarias, y el trenzado tradicional, que asegura la solidez de la suspensión.

Si tiene la suerte de ser guiado por Teddy, el hijo de Freddy, le dirá que en 1915 una canoa volcó poniendo en peligro a la gente del pueblo. Su bisabuelo tuvo la idea de construir un puente para cruzar el río Ogooué que, en esta parte, es peligroso debido a la velocidad de la corriente.

Hoy en día, el puente de lianas forma parte del patrimonio cultural y turístico de Haut-Ogooué. Desgraciadamente, no existe ninguna ayuda estatal que financie a las doce personas encargadas de su mantenimiento. La operación se costea parcialmente con las donaciones de unos pocos mecenas, que cubren los gastos de la ceremonia de inauguración del nuevo puente. Así, cada año, el pueblo financia íntegramente la reparación del puente, que celebró su 50.º aniversario en 2015.