CABO LÓPEZ

Cabo López, a unos treinta minutos del centro de la ciudad, es ahora un barrio de Port-Gentil, después de haber sido el lugar administrativo y luego el puerto más importante de la región de donde salían las mercancías hacia Europa y los barcos de esclavos durante la era de la trata. El único testimonio de este glorioso pasado es el faro, situado en el cabo, oxidado hasta los huesos, pero en pie. A partir de la década de 1910, gracias a la exportación de los troncos de la explotación forestal en la región del Ogooué, el puerto pudo conservar toda su importancia, mientras que las responsabilidades administrativas se transfirieron a Port-Gentil. Hoy en día, toda la actividad comercial se concentra en Port-Gentil y Cabo López se ha convertido en la terminal petrolera de Total, en la margen derecha cuando se llega al cabo.

En la margen izquierda, en contraste con el paisaje industrial de enfrente, hay una hermosa playa bordeada de cocoteros donde los habitantes todavía pescan a mano y donde los habitantes de Port-Gentil vienen en manada los fines de semana. Se puede comer en los dos restaurantes, dignos de ese nombre, o en las cabañas, donde se puede traer una nevera y parrillas para preparar una barbacoa. Nos dirigimos a Cabo López en barco (para aquellos que tengan la suerte de ser invitados a bordo por un afortunado propietario), en coche o en taxi (alrededor de 2000 FCFA por viaje) a lo largo de un largo oleoducto, siguiendo el camino hasta el cabo.