Guía de viaje Libreville

A primera vista, para quienes conocen otras capitales africanas, Libreville resulta sorprendente. Frente al mar, flanqueada por una sucesión de bulevares amplios, limpios y bien cuidados, dominada por imponentes edificios, y rodeada por una autopista que circunda la ciudad de punta a punta, la capital gabonesa parece una moderna ciudad mediterránea. Sin embargo, muy pronto, una vez que se sale de las carreteras principales, el visitante encuentra el sabor africano: vendedores ambulantes, escolares con uniforme, hombres de negocios con corbata, mujeres en boubou o encaramadas en tacones altos paseando por los mercados, maquis y puestos de todo tipo, el bullicio de las bocinas.... los barrios obreros nunca están lejos, fácilmente reconocibles con su laberinto de calles llenas de baches, mitad alquitrán, mitad laterita y su mosaico de chapas, contrachapados y cemento, donde hombres y mujeres participan en un movimiento incesante desde la mañana hasta la noche.