Guía de viaje Montañita

Los surfistas vienen de muy lejos porque, de diciembre a abril, la larga playa de Montañita despliega un rollo de unos 200 m sobre un fondo de arrecife (¡cuidado con los principiantes!). Durante este periodo el agua está más caliente y el viento es casi inexistente. Todos los años, en febrero, se celebran aquí competiciones nacionales e internacionales de surf.El pueblo pesquero ha cambiado su tranquilidad por un ambiente decididamente turístico -y festivo- Los hoteles, restaurantes y bares surgen como setas en un estilo rústico y local (madera, bambú y techos de palma) y ofrecen un confort básico a precios modestos. Los precios son más moderados que los de otras playas de la costa. La clientela es mayoritariamente mochilera, internacional, joven y deportiva (¡o no!). El ambiente en el pueblo es amigable, y cada noche es un momento de celebración. Las calles de tierra sin nombre se convierten rápidamente en un lodazal cuando llueve. Desde la mañana hasta la noche, los puestos de todo tipo de artesanía llenan el pueblo; por la noche, las terrazas se llenan, el volumen de la música aumenta, cada bar sube el volumen para atraer a los clientes. Sin embargo, hay que saber que el ambiente ya no es tan bonachón como antes; el turismo de masas ha provocado ciertos excesos relacionados con la fiesta: las drogas y el alcohol empañan ahora la postal. Para más tranquilidad, diríjase a La Punta, a 1 km de la calle principal.La carretera que recorre el Pacífico hacia el norte pasa por pequeños pueblos pesqueros tradicionales. Cuando las barcas descansan en la arena bajo las palmeras, los pescadores se dedican a reparar las redes, mientras las mujeres venden pescado, cangrejos y gambas en puestos improvisados. A lo largo de la costa hay pueblos pesqueros, hermosas playas y hoteles.