MAXIMÓN
Una ilustración del sincretismo entre la cosmovisión maya y la religión cristiana, basada en la dualidad del bien y el mal.
Sus orígenes se remontan a la mitología maya, en la que existe un personaje llamado Rilaj Maam -que significa "El Gran Abuelo" - adorado por el pueblo tz'utujil como guardián protector. Ejemplo del sincretismo entre la cosmovisión maya y la religión cristiana, Maximón es considerado una deidad que se transforma según la persona que lo visita. Sin embargo, para todo el mundo, adopta la forma de una estatua de madera con rasgos humanos, que lleva dos sombreros y un montón de bufandas, mientras tiene un pequeño cigarro en la boca.
En Santiago Atitlán se le atribuyen principalmente propiedades curativas, así como la capacidad de enamorar, proteger del peligro y traer el éxito en los negocios, entre otras cosas. Para asegurarse de que sus oraciones sean atendidas, los devotos llevan ofrendas como velas, dinero, alcohol, tabaco y comida. Al estar compuesta por la dualidad del bien y del mal, Maximón despierta tanto adoración como temor.
El lugar donde se venera cuidadosamente su estatua cambia cada año: para verla, habrá que pedirle a un lugareño o a uno de los niños que esperan a los turistas en el muelle, unos cuantos quetzales. Cabe destacar que cada año se le dedica una procesión durante la Semana Santa. Aunque Maximón parece ser originario de Santiago Atitlán, existen otras representaciones de él, especialmente en San Andrés Itzapa y Chimaltenango.