BANON PRASAT

Prasat Banon, un santuario brahmán del siglo XI, está encaramado en una colina de unos 80 m de altura, a 21 km de Battambang, siguiendo la orilla izquierda del río Sangker río arriba, a través de un paisaje campestre muy bonito. Henri Mouhot, el descubridor de Angkor fue también el descubridor de Banone en 1858; en su Voyage dans les royaumes de Siam, de Cambodge, de Laos, menciona los numerosos y grandes Budas y deidades secundarias que adornaban el lugar. La misión Pavie, que visitó el templo en 1883, encontró una estela inscrita con la fecha de 1050 y el nombre del rey Udayadityavarman, hijo y sucesor de Suryavarman I.

Acceso. Al templo se llega por una empinada escalera de arenisca y limonita de unos 60 metros. En el lado sur de la colina, la cueva de Kouhea Preah Teuk o "cueva del agua sagrada", esconde piedras esculpidas y otras estatuas. Si le tienta la aventura, llévese a un niño para no perderse ni dejar de ver lo que hay. Debe dejar su vehículo al pie de las escaleras de laterita. Los vehículos de dos ruedas se pueden dejar en el aparcamiento de pago o en un puesto de refrescos de la zona, que es perfectamente seguro.

Según Aymonnier, el templo data del siglo X o XI. La pagoda del norte se llama ahora Wat Banon Leu (arriba o en la parte superior). La del sur, que se llamaba Vat Banon Krom (inferior o río abajo), ha sido completamente arrasada: sólo quedan la puerta de entrada y los restos del kod.

Visita. Las piscinas están cubiertas de vegetación, pero se inundan en la temporada de lluvias. Se ha restaurado una escalera de 350 peldaños, ¡pero es bastante cansada! Algunas estatuas de leones siguen en su sitio, otras se conservan en el museo de Battambang. Desde lo alto de las terrazas a las que se llega, la vista es maravillosa sobre la campiña que se extiende hasta el borde del horizonte (cuando el aire está claro, se puede ver Phnom Sampeou).

Para llegar a la cueva llamada Kouhéa Preah Toeuk (cueva de agua sagrada), se puede rodear el Phnom por el sur y detenerse en un pequeño avituallamiento: luego hay que caminar menos de 500 m por un campo de naranjos. Allí suele haber un joven guía que se ofrece a iluminarle. La entrada es muy baja, pero a los pocos metros el techo es muy alto. La sala principal está iluminada de forma natural. Se puede llegar a la cueva descendiendo directamente desde la cima a través de un bonito caos de rocas, pero este camino es bastante complicado para las personas que no son ágiles. Hay otras cuevas al oeste.