FRANKLIN FOUNTAIN

Esta pequeña boutique con un aspecto vintage sirve helados que tienen un sabor del pasado. Los helados, servidos en todas las formas imaginables, literalmente nos funden. Todo aquí es casero, incluyendo los conos, y se puede sentir. El lugar también es popular por sus sodas hechas localmente, que vienen en casi 25 sabores. Incluso cuando la cola se desborda en la acera, lo que suele ocurrir los fines de semana, el servicio es rápido y el tiempo de espera es bastante razonable. Un discurso de la vieja escuela, en el buen sentido de la palabra.