MUSEO CONMEMORATIVO DEL HOLOCAUSTO
Un museo de arquitectura moderna, con paredes de hormigón que evocan la frialdad de los campos de concentración.
Cuatro plantas de películas, fotos, documentos y objetos que cuentan con la Shoah con una gran preocupación histórica. Antes de tomar el ascensor, cada visitante recibe una tarjeta de identificación en la que se conmemora la historia de un hombre, de una mujer o de un niño, que más a menudo ha vivido en Europa durante el Holocausto. Aquí es donde el museo empieza, de forma muy eficaz, su deber de memoria. La visita comienza en el cuarto piso, donde se aprende más sobre las raíces del antisemitismo, el contexto que condujo al ascenso del nazismo en Alemania y a la llegada de Adolf Hitler al poder. La tercera planta se remonta a los años de guerra entre 1940 y 1945, durante los cuales los nazis establecieron la solución final, cuyo objetivo era la erradicación total de los judíos. En la segunda planta se revive el último capítulo del Holocausto hasta la liberación del último campo de concentración por los Aliados y el juicio de Nuremberg. También en esta planta se encuentra el Hall of Remembrance, un espacio relajante donde filtra la luz natural y donde puedes rendir homenaje a las víctimas de la Shoah, representadas por una llama eterna.
La arquitectura moderna del museo es notable y sus paredes de hormigón evocan a veces la frialdad de los campos de concentración. El arquitecto alemán James Ingo Freed se ha visitado en varios lugares históricos de la Shoah para aprovechar su inspiración. Se sale de esta visita muy dura pero indispensable.