Guía de viaje Herm

La isla de Herm es un destino de vacaciones tan popular entre los visitantes como entre los habitantes de las islas vecinas. Cada día, numerosas lanchas rápidas unen la isla con St Peter Port, la capital de Guernesey. Al desembarcar aquí, uno se encuentra a orillas de otro mundo, de sabor mediterráneo, un mundo que vive alejado de la expansión industrial y urbana de las islas mayores del archipiélago, Jersey y Guernesey.La isla es pequeña y cada uno de sus 60 habitantes censados la cuida con pasión, como si fuera su propia casa. Gracias al duro trabajo de este puñado de residentes, la isla recibió el premio de horticultura "Britain in Bloom" y una medalla de oro en 2002, ambos concedidos a los balnearios con mejor floración de toda Gran Bretaña. Herm también tiene su propia escuela, centro de primeros auxilios y central eléctrica, lo que le confiere cierta autonomía respecto a su vecino mayor, Guernesey.La isla, la más pequeña de la bailía (tiene una superficie de 1,8 kilómetros cuadrados, o 2,5 kilómetros por 800 metros, y duplica su tamaño con la marea baja), es un lugar estupendo para pasear. Las distancias son cortas, así que no se perderá. Sólo se tardan 2 horas en recorrerla. A menos que quiera entretenerse en sus largas playas o en una mesa en el Mermaid, una tarde es suficiente para visitarla. Es en el norte de la isla donde encontrará las largas playas de arena que dan a Herm un aire caribeño. Al sur, los acantilados se asoman al mar. El centro de la isla está formado por frondosos valles verdes que albergan la mayoría de las casas de la isla. Junto al puerto se encuentra Harbour Village, la "ciudad principal" (y única) de la isla.