MUSEO DEL PALACIO NACIONAL DE PAVLOVSK

La creación del palacio comenzó en 1780 según los planos de Charles Cameron, un famoso arquitecto escocés que fue favorecido por Catalina II. El Zar Pablo I y su esposa María Feodorovna, la sucesora de la emperatriz, contribuyeron en gran medida a su prestigio. Decidieron hacer del Palacio de Pavlovsk su residencia imperial en 1796. Grandes viajeros en Europa y estetas de gustos refinados, hicieron numerosos pedidos a las más famosas fábricas europeas para adornar Pavlsovsk con todos los atributos necesarios para su rango. Una residencia imperial que el palacio perdió después del asesinato de Pablo I en 1801. El último habitante de sangre real en el palacio fue Ioann Konstantinovich de Rusia, asesinado por los bolcheviques en 1918. En el mismo año, el parque y el palacio se transformaron en un museo abierto al público en general. Gravemente dañada durante la Segunda Guerra Mundial y saqueada por los nazis con algunas de sus mejores piezas (la mayoría de las cuales fueron repatriadas después de la capitulación del Tercer Reich), la ahora Museo-Reserva Estatal (transcripción en ruso: Государственный Музей-Заповедник Павловск) se salvó de la destrucción. Desde 1990, el sitio es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO con el centro histórico de San Petersburgo y sus conjuntos monumentales anexos (incluidos Peterhof, Lomonossov, Pushkin (Tsarskoye Selo) Gatchina y, por supuesto, Pavlovsk).

Las habitaciones de la planta baja: notarán especialmente el vestíbulo inferior también llamado egipcio, decorado con estatuas alegóricas en el estilo del antiguo Egipto. Éstos representan los doce meses, reflejados en los doce signos del zodíaco, colocados en las paredes.

En cuanto al vestíbulo superior, está decorado con panoplias y frescos con temas bélicos.

La habitación italiana seduce por la armonía de sus proporciones y la elegancia de su decoración. Ocupa una posición central en la composición del palacio y representa un buen ejemplo de la arquitectura clásica. Está coronada por una cúpula casi aérea, cuya cornisa está decorada con águilas de bajo relieve con alas abiertas, y apoyada por cariátides. Es sobre todo la finura de los colores lo que hace la originalidad de la habitación italiana. El tono púrpura del mármol artificial armoniza con el rosa pálido de las puertas de palisandro y el dorado de los candelabros de bronce.

La galería de pinturas, situada en el ala sur del palacio, es también una pieza importante. Es una gran habitación semicircular, iluminada por dos filas de grandes ventanas enfrentadas. Las pinturas aquí son principalmente de artistas italianos, flamencos y holandeses de los siglos XVII y XVIII. Esta galería fue posible gracias a Pablo I y especialmente a María Feodorovna, ambos fervientes coleccionistas.

Entre los apartamentos privados del Gran Palacio de Pavlovsk, que combinan armoniosamente bronce, pórfido y mármol de Carrara, notarán el tocador de María Feodorovna. Dos bajorrelieves representan a Alejandro I y a su madre, la emperatriz María Fiodorovna, como Alejandro Magno y su madre Olimpia. También notarán una magnífica chimenea romana con columnas que sostienen un frontón triangular, que parece un pequeño arco de triunfo.

El majestuoso dormitorio de María Feodorovna también es impresionante. Fue diseñado por Brenna en un estilo rococó extremadamente suntuoso. Paneles de seda pintados alineados en las paredes. Sus motivos pastorales se hacen eco de las pinturas del techo, que representan una celosía entrelazada con flores. El mobiliario de la habitación proviene del taller del famoso ebanista Henri Jacob.

El punto culminante de la visita será sin duda el Gran Salón del Trono, que tiene una superficie de 400 m². Fue diseñado originalmente como un comedor ceremonial. Los bajorrelieves que representan flores, frutas, instrumentos musicales, todos los elementos esenciales para el éxito de un festín, son una prueba más de esto! Muy grande, produce una impresión lujosa. Los grandes arcos curvos y las bahías semicirculares lo hacen aún más solemne. De hecho, la impresión de espacio se refuerza con el trampantojo. Antiguas columnatas rodeadas por las banderas de los regimientos de guardia y la bandera de San Andrés se elevan a un cielo azul celeste. Una perspectiva muy hermosa que casi te marea.

Otra pieza de gran interés en el palacio es el Salón Griego. Es el resultado del proyecto inicial de Brenna, pero fue enriquecido más tarde por Andrei Voronikhine, quien reconstruyó la decoración de la sala después del incendio de 1803. Está adornado con 16 columnas corintias de estuco verde, y decorado con una cúpula moldeada, lámparas y chimeneas de mármol, así como esculturas que representan muestras antiguas. Los conciertos de música antigua se dan allí en verano.

El parque. Trazado alrededor del valle de Slavianka, el parque inglés está adornado con el pabellón de las Tres Gracias, la columnata de Apolo y el Templo de la Amistad. El Pabellón de las Tres Gracias marca el eje de la entrada principal en el pasillo central del jardín privado. Esta es otra variación del tema de la antigüedad. Este pabellón contiene una hermosa banda de mármol, un verdadero himno a la belleza femenina