Se dice que Dogmaël, que vivió hacia el 400 a.C., era nieto del jefe Ceredig, de quien procede el nombre de Ceredigion (en francés Cardigan). Las ruinas de una abadía medieval y una cruz celta con inscripciones grabadas en ogham, el antiguo alfabeto irlandés, atestiguan el antiguo pasado espiritual de la zona. De hecho, a pesar del paso de los siglos, el legado de los monjes sigue vivo en el pueblo Estos pescadores y horticultores transmitieron a los aldeanos una técnica de pesca especial conocida como Sân, que aún se utiliza hoy en día. Los peces se pescan con una red tensada con un armazón para darle forma de arco. De este modo, los peces salen intactos, ya que no han sido arrastrados ni sacudidos por las mallas de la red. Los pescadores y los barcos siguen siendo bendecidos en la Piedra de la Bendición, otra práctica introducida en el pueblo por los monjes, ¡siguiendo una creencia pagana aún más antigua! En cuanto a la arboricultura, los monjes también introdujeron tres nuevas variedades de manzanas que aún se pueden encontrar hoy en día: Afal Pren Glas, Afal Pren Caled y Afal Pig Aderyn. En el extremo norte del condado, el pueblo, construido a orillas del río Teifi, es objeto de relativamente poco turismo. Es un placer unirse a él con su ritmo pausado y su encantador entorno natural. Hay algunos buenos restaurantes, un pintoresco molino en funcionamiento y preciosos paseos por los bosques de los alrededores o por el estuario hasta la larga playa blanca de Poppit Sands... Un lugar ideal para un día de paseo, en el que sólo hay que tomarse el tiempo de vivir.

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