EL VENECIANO

Fue en su luna de miel en Venecia cuando Sheldon Adelson, el vigésimo hombre más rico del mundo en 2017, tuvo la idea de construir un casino sobre el tema de la Ciudad de los Dogos. En lugar del histórico Sands, The Venetian abrió sus puertas en 1996. Desde la Franja, se puede ver desde el famoso campanario de la plaza de San Marcos y el puente de Rialto, bajo el cual fluye el Gran Canal. La vía acuática continúa en el interior, a lo largo de Grand Canal Shoppes, la calle comercial del hotel. Nunca oscurece en estos canales, ya que un azul radiante con algunas nubes en trampantojo cubre el techo, dando a todo el lugar una sensación de ensueño y atemporal. Además del siempre insólito espectáculo de los paseos en góndola, otras animaciones realzan el paseo. Las estatuas vivientes se congelan en la Plaza de San Marcos, mientras una compañía canta regularmente ópera.

El Palazzo. Inaugurado en 2007, está conectado con el Venetian, lo que eleva el número de habitaciones del complejo a 7.050 y lo convierte en el mayor complejo hotelero del mundo. El palacio se aleja un poco de la influencia del Renacimiento italiano para adoptar el aspecto de un palacio más convencional, excepto en sus dimensiones, que se caracterizan por el gigantismo. Su enorme torre, por ejemplo, parece más un edificio de Metrópolis (1927) que un elegante palacio veneciano. En el vestíbulo, las lámparas de araña, aunque enormes, parecen casi pequeñas, colgando de un techo desmesuradamente alto. Frente al mostrador de recepción, tres náyades de cristal beben agua de una fuente.