Para encontrar el frescor de los bosques y dejar el calor sofocante de Ereván, con el que está conectado por la autopista del norte (girar a la izquierda hacia Hrazdan antes de Sevan), nada mejor que un viaje a Dzaghkadzor, el "Valle de las Flores", que merecería igualmente el nombre de "Reina de las Nieves", ya que las autoridades decidieron desarrollar allí la infraestructura invernal. ¡Y de forma frenética! En efecto, es difícil imaginar que hace apenas 20 años, había un pueblo enclavado entre bosques y pastos de montaña, a una altitud de 1.800 m, con unas bonitas dachas esparcidas alrededor de su magnífico monasterio de Ketcharis, recordándonos que en el siglo XIX, la localidad, que entonces se llamaba Daratchitchak, era el lugar favorito para paseos y vacaciones de la élite rusa y armenia de Ereván. Ya en la época soviética tenía el estatus de un centro de deportes de invierno, pero los feos edificios de la época y la antigua telesilla no habían cambiado realmente su apariencia. Actualmente es una estación de estándares internacionales, pero de dimensiones pirenaicas más que alpinas, que se desarrolla en la cadena Dzaghkouniats (florida), con varios picos, como el Téguénis y el Ampassar, o el Tez Ler, que bordea o supera los 3.000 metros, donde la zona de esquí se ha ampliado. Los numerosos hoteles, con precios que siguen siendo asequibles pero altos para los armenios, acogen a una clientela principalmente rusa, iraní y de Oriente Medio, tanto en verano como en invierno, con un máximo de asistencia alrededor del día de Año Nuevo. La vecina ciudad de Aghveran ofrece un escenario similar en un entorno más íntimo, aunque también está desarrollando su infraestructura.

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