LEGACIÓN RUSA
Construida en 1900, la antigua legación rusa es un vestigio vivo de la época imperial zarista y ofrece una vista impresionante de la ciudad y las montañas circundantes. Tras el Tratado de Berlín de 1878, Rusia restableció una representación en la región, esta vez en Cetinje. La embajada se construyó siguiendo la más pura tradición petersburguesa, tanto visual como espiritualmente. Visualmente, porque el edificio es como un elemento desplazado de la hermosa ciudad báltica. Desde los muros, los ornamentos hasta los detalles del interior, tenemos una auténtica embajada de la cultura zarista en Cetinje. Espiritualmente, porque fue el arquitecto Corradini quien diseñó su estructura. Como en muchos edificios de San Petersburgo, los arquitectos italianos fueron bienvenidos. Disfrute del edificio como testigo de la ciudad imperial rusa.
Hoy en día, la legación rusa se ha convertido en un museo que alberga una colección de arte, muebles antiguos y objetos de la vida cotidiana de los diplomáticos rusos. Los visitantes pueden pasear por las salas ricamente decoradas y admirar las pinturas, esculturas y tapices que adornan las paredes. El mobiliario antiguo, que incluye armarios, sillas y mesas de madera tallada, da una impresión auténtica del ambiente que se respiraba en la casa en el siglo XIX. El lugar también es famoso por su biblioteca, que alberga más de 2000 libros en ruso y otros idiomas europeos.