Guía de viaje San Andrés

El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina está situado a 500 millas (800 km) de la costa de Colombia y a 150 millas (240 km) de la costa de Nicaragua. San Andrés, Providencia y Santa Catalina son las únicas islas habitadas del archipiélago, que cuenta con un total de diez islas e islotes(cayos). Son islas de postal, con cocoteros, arena blanca deslumbrante bajo el sol y un mar de siete colores La isla de San Andrés (12 km de largo, 3 km de ancho), con forma de caballito de mar, es la capital del departamento de San Andrés y Providencia. La población está muy mezclada, lo que refleja una historia agitada, con orígenes europeos (colonos españoles y piratas ingleses u holandeses) y africanos (esclavos). Más tarde, a partir de 1953, cuando San Andrés obtuvo el estatus de puerto franco y se convirtió en un importante centro comercial, desembarcaron muchos comerciantes chinos y "turcos" (libaneses y sirios). Más recientemente, son principalmente los colombianos del continente los que se instalan. El archipiélago tiene unos 50.000 habitantes. Estas últimas se vieron gravemente afectadas por el huracán Iota en noviembre de 2020, que devastó Providencia y causó graves daños en San Andrés y el resto de las islas.San Andrés fue descubierto en 1527, el día de San Andrés. Pasó a formar parte de Colombia en 1822. Pero Nicaragua reclamó sus derechos sobre el archipiélago durante décadas. Tras un procedimiento de arbitraje que duró varios años, la Corte Internacional de Justicia de La Haya decidió en 2012 que los 7 islotes en disputa seguirían bajo soberanía colombiana, pero que Nicaragua recibiría la mitad de las aguas territoriales colombianas, aguas pesqueras donde las poblaciones siempre han pescado. Esto es un golpe para la economía local, ya que la pesca es el sustento de miles de familias en la isla. Pero la actividad principal sigue siendo el turismo. Sin embargo, se puede lamentar el uso excesivo de cemento y hormigón en la ciudad, así como los lugares "turísticos" que pueden resultar cansinos a largo plazo. Esto no impide que el mar muestre sus maravillosos colores y que la estancia se parezca a las vacaciones paradisíacas que siempre ha soñado